El "derecho" a ese primer día de sangrado. Respetando el ritmo del cuerpo.

Hoy es mi primer día del ciclo, 

la sangre se ha hecho presente, 

me ha manchado la ropa...

¡Suerte que estoy en casa!

en un lugar seguro,

un lugar donde me puedo cambiar de ropa, 

un lugar donde puedo escuchar mi cuerpo,

escuchar y respetar sus ritmos, 

su necesidad de descanso, de lentitud, de suavidad, de calor...

Y me vienen a la mente muchas niñas de la consulta,

niñas que tienen dolores de regla y piden medicación,

medicación para poder seguir el ritmo, 

el ritmo marcado por las familias, por el colegio, por la sociedad en general, por ellas mismas...

Su primer día de sangrado y tienen clase de gimnasia,

deben correr 10 vueltas alrededor del campo...

como siempre, 

para seguir el ritmo...

Su primer día de sangrado y tienen extraescolares, 

después de sus 6-8 horas de clase, 

y deben ir...

como siempre, 

para seguir el ritmo...

Su primer día de sangrado y salen de juerga con sus amigos,

¡cómo no van a salir!

como siempre, 

para seguir el ritmo...

Porque además los anuncios de la tele ya nos han avisado:

"fresca y segura para estar como siempre, 

para seguir el ritmo"

Pero ¡¡NO!!

El primer de sangrando, 

y tampoco el 2º, 

y tampoco algún día previo al sangrado... 

Ninguno de estos días estamos como siempre.

¡NO!

Nuestro cuerpo, 

el cuerpo con útero y ovarios,

es un cuerpo cíclico

que se rige por una danza hormonal,

que provoca cambios,

cambios físicos,

cambios emocionales, 

cambios de humor, 

cambios cognitivos...

¡NO!

No podemos estar como siempre,

no podemos ni debemos seguir el ritmo...

El ritmo lo marca nuestro cuerpo,

lo marca nuestra sabia fisiología, 

lo marcan nuestras hormonas,

y ESCUCHARLO, 

saber escuchar nuestra sabiduría hormonal,

y RESPETARNOS, 

respetar nuestros ritmos, 

nuestras necesidades

¡eso sí es IGUALDAD!

igualdad en la diferencia,

diferencia biológica...

Debería ser asignatura obligatoria, 

en los colegios y en las casas:

"Aprender a escuchar y a respetar nuestro cuerpo".

No es de "blandas" la niña que su primer día de sangrado, 

no hace las 10 vueltas al campo corriendo...

No es de "blandas" la niña que su primer día de sangrado, 

decide quedarse en casa tranquila, tumbada en el sofá, 

en lugar de salir de juerga con sus amigas...

No es de "blandas" la niña que su primer día de sangrado,

lleva un ritmo más lento, más suave, más relajado...

No es de "blandas",

porque es pura fisiología humana, 

es pura necesidad biológica...

y cuando NO escuchamos estas necesidades, 

para seguir como siempre...

el cuerpo se rebela, 

el útero grita, 

la regla duele, 

el humor se ennegrece...

Y si en lugar de 10 vueltas al campo, 

ese día, ese primer día de regla, 

se les permitiera hacer en clase de gimnasia, 

ejercicios físicos que cuidan y respetan la inflamación...

Y si se tratara de un tema normalizado, 

protocolizado ya dentro de las normas de la escuela, de la familia, de la sociedad...

El "derecho" a ese primer día de sangrado, 

a escuchar las necesidades fisiológicas del cuerpo,

e ir a favor de éstas...

Poder sentirse orgullosas de estar "en esos días", 

y de actuar en consecuencia, 

en lugar de sentir vergüenza, 

a veces asco, 

incluso miedo...

miedo de no poder seguir el ritmo, 

miedo al dolor, 

miedo a la burla, 

miedo de no estar a la altura, 

miedo de ser tratadas como blanditas....