Día 7. Neuro-Emo-Momentos familiares para habitar a Re, Emo y Neo...
Llenando el cazo...

El cazo es una metáfora.

Procede del maravilloso cuento de Carol McCloud,

"¿Has llenado una cubeta hoy?"

y lo rescato para el momento familiar de esta semana.

 

¿Qué representa la metáfora del cazo/el cubo?

Todas las personas llevamos con nosotros unos cubos invisibles...

que se llenan...

cuando nos sentimos seguros, 

nos sentimos amados,

cuando sentimos que pertenecemos,

cuando sentimos que contribuimos,

que somos importantes para un otro....


y que se vacían...

cuando nos sentimos pequeñitos,

cuando no nos sentimos queridos,

cuando nos juzgan o nos critican,

cuando nos gritan, 

cuando nos echan la culpa, 

cuando nos sentimos "malos" o "peores"...



Cuando nuestro cubo está lleno, 

nuestro Re y Emo están en calma,

nuestro sistema nervioso se siente en seguridad...


Cuando nuestro cubo está lleno,

nos apetece llenar los cubos de los demás,

no supone ningún esfuerzo,

sale espontáneo, 

sale del corazón palpitante, 

sale de una Neo empática y generosa

que busca conexión...


Lo curioso es que, 

cada vez que llenamos el cazo del otro, 

el nuestro se llena un poco más...

¡¡Qué maravilloso círculo virtuoso!!


Cuando nuestro cubo está vacío, 

Re se pone en alerta, 

interpreta que nuestra vida corre peligro,

que el entorno es peligroso...

Nuestro sistema nervioso se pone en modo defensa, 

estamos hiperreactivos, 

en búsqueda continua de "señales de alarma"..

El otro se convierte en un posible enemigo para nuestro Re...


Cuando nuestro cubo está vacío, 

lo que apetece es vaciar el cubo de los demás,

Re y Emo interpretan que es por culpa de los demás que el entorno es tan inseguro, 

es por culpa de los demás que nos sentimos tan vacíos, 

 y los atacan vaciando su cubo...

Es una respuesta impulsiva, automática...

Es una respuesta de supervivencia adaptativa...

No somos malos,

somos humanos, 

con un cerebro humano,

habitado por estos 3 personajes que por encima de todo buscan SOBREVIVIR,

sobre todo Re y Emo, 

que son los que guían nuestro sistema nervioso autónomo e involuntario,

y lo hacen lo mejor que saben y pueden...

 

Lo curioso es que,

cuando vaciamos el cazo del otro, 

se vacía aún más el nuestro...

¡Qué antipático círculo vicioso!



¿Cómo salir de este círculo vicioso de cazos de más en más vacíos?

¿Cómo entrar en el círculo virtuoso de cazos de más en más llenos?


El momento familiar de esta semana,

busca tomar consciencia de nuestro cazo y del de nuestros niños...

¿Cómo ha estado nuestro cazo durante el día de hoy?

¿Qué variaciones ha sufrido?

¿Hemos llenado o vaciado cazos ajenos?

¿bajo qué circunstancias?

¿qué personaje guiaba nuestro cerebro en esos momentos?

¿Cómo se sienten el Re y Emo de nuestros niños en sus entornos cotidianos: el colegio, los exámenes, los compañeros, en casa, extraescolares...?

 

Podemos dibujar un cazo 

y pintar una raya que indica el nivel en el que se encuentra nuestro cazo.

 

Cada uno dibuja el suyo...

 

A medida que vamos rememorando nuestro día,

y los diferentes momentos de llenado o vaciado de nuestro cazo,

pintamos los niveles en nuestro cazo.

 

Y vamos tomando consciencia y nombrando los personajes que se esconden detrás de estos momentos...

¿quién nos guiaba en los momentos de llenado?

¿quién nos guiaba en los momentos de vaciado?

¿cómo se encontraban Re y Emo en cada unos de esos momentos? ¿En seguridad y en calma? ¿En modo alerta y defensa? ¿cómo interpretaban el entorno?

 

Y podemos charlar en familia...

Cuando el cazo se encuentra un poco vacío, ¿cómo podemos volver al equilibrio y a la seguridad? 

¿Cómo nos podemos corregular?

¿Qué palabras, pensamientos, acciones, 

podrían ayudar a Re y a Emo,

a sentirse algo mejor, 

a sentirse en seguridad, queridos y en calma

y así evitar que el cazo se vacíe cada vez más 

entrando en el antipático círculo vicioso?


A veces son pequeños detalles 

que hacen sentir SEGUROS, 

pequeños detalles hacia el otro,

pequeños detalles hacia uno mismo, 

una mirada, 

una sonrisa, 

una respiración profunda,

un suspiro, 

una mano que acaricia, 

un "estoy aquí contigo, no soy un peligro", 

pequeños gestos de cuidado,

pequeños gestos de autocuidado, 

pequeños momentos de conexión...

recuerdos en que nos sentimos queridos....


¿Cómo se desarrolla el Neuro-Emo-momento familiar de esta semana valorando el nivel en que se encuentran nuestros cazos?

Si os apetece compartir vuestra experiencia 

me encantará leeros en los comentarios...

¡GRACIAS!



Si te has perdido algún Neuro-Emo-momento, los tienes todos en el LINK

 

Toda esta serie de momentos familiares se inspira en el cuento CAROL CONOCE SU CEREBRO donde conocemos a Re, Emo y Neo, los personajes que habitan nuestro cerebro.

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