Respetar el movimiento autónomo del niño

¡No adelantar la sedestación!


Cuando sentamos al bebé, 

rodeado de cojines,

cuando todavía no es capaz de llegar a esa posición por sí solo,

estamos forzando su verticalización,

lo que supone un sobreesfuerzo...

Un sobreesfuerzo por mantener un eje que todavía no ha construido de manera autónoma.  

 

Debemos dejar que los niños decidan qué paso evolutivo deben y pueden dar, 

decidan cuándo están preparados para darlo, 

sin meterles prisa, 

sin forzarles, 

evitando ponerles en posturas a las que no llegan por sí mismos. 

 

Empezamos con los bebés boca arriba en una superficie lisa y segura,

y con un adulto atento, presente y disponible. 

Un adulto que no interviene en su movimiento, 

que respeta sus tiempos y sus ritmos, 

que permite que sea el propio bebé el que encuentre su fuerza, su balance tónico entre flexión y extensión, sin sobreesfuerzos,

un adulto que observa, que sonríe, que interactúa con sonidos y miradas, 

un adulto que solo interviene en el movimiento cuando el niño lo reclama,

porque necesita brazos, 

porque necesita mimos. 

Un adulto que confía en la capacidad innata del bebé de alcanzar cada hito motor evolutivo sin ayuda.

 

Los procesos madurativos no se pueden enseñar, 

no se pueden forzar ni acelerar. 

Los procesos madurativos requieren de tiempo, paciencia, respeto y mirada atenta.

Un aprendizaje nuevo se contruye sobre el anterior y así sucesivamente, 

como una torre de construcción,

dando lugar a las importantes posturas intermedias,

y favoreciendo un desarrollo más armónico, un mejor equilibrio y posturas más naturales y fisiológicas. 

 

Cada conquista es vivida por el niño como un gran logro.

Al ser capaz de realizar una nueva postura, 

al ser capaz de alcanzar un objeto que antes no alcanzaba,

su cara se ilumina, 

su mirada palpita,

el niño se asombra, 

incluso a veces "se asusta" de lo que consigue,

y repite su nueva adquisición,

repite su nuevo movimiento,

repite, repite y repite,

juega con su propio cuerpo, 

con sus capacidades y con sus límites.

aprende a conocerse a sí mismo, 

a conocer su cuerpo, 

su fuerza, su equilibrio, su sistema musculoesquelético y su sistema sensorial...


“El niño que logra algo por medio de experimentos autónomos 

adquiere conocimientos completamente distintos

a los de un niño a quien se le ofrece previamente la solución” 

Emmi Pikler

 

Artículo completo "¡BEBÉS AL SUELO! Cómo aprende el bebé a moverse" realizado con la gran ayuda y colaboración de Laura Estremera, en el siguiente LINK

 



Comentarios

Entradas populares