Mi hijo... ¡No quiero hacer caca!

De estreñimientos y rebosamientos...

Esta situación es muy habitual en la consulta. 

Niños que tras una experiencia de dolor,

tras una deposición dura, 

en ocasiones con fisura y sangrado, 

no quieren volver a hacer deposición. 

Cuando sienten el deseo, se aguantan

Se sientan, cierran las piernas, hacen presión... 

hasta que las ganas se pasan...


De tanto aguantar, 

pueden manchar el calzoncillo/bragas/pañal de restos de heces que salen por rebosamiento... 

Son las fugas fecales o encopresis...

 

Y así día tras día...

 

Y la deposición, día tras día, se va deshidratando y volviéndose cada vez más dura...

complicándose la situación cada vez...


Un círculo vicioso difícil de parar...

 

También es frecuente que esta situación se produzca cuando les quitamos el pañal. 

Hay niños que lo viven con miedo y solo quieren hacer deposición en el pañal. 

Se lo aguantan hasta que se les pone el pañal...


En ocasiones y con el tiempo, 

el recto se habitúa a estar distendido por las heces allí retenidas (y no liberadas), 

pudiéndose anular el deseo de defecar. 

 


¿Qué hacer ante estas situaciones?

Lo primero es acudir al pediatra para valorar la necesidad de descartar algún problema de origen orgánico... 


Una vez descartado...


Los premios y los castigos no sirven. 

Premios y castigos son 2 lados de una misma moneda...

Premios por hacer caca...

Enfados y malas caras por manchar el calzoncillo de restos fecales... 

por no pedirlo... 

por aguantarse...

En un primero momento pueden dar resultados...

Pero, a la larga, empeoran la situación...

 

Detrás de esos estreñimientos se esconde una emoción...

EL MIEDO

Venimos con un cerebro preparado para huir del dolor y acercarse al placer. 

Ante una experiencia de dolor (por unas heces duras, por una fisura....),

ante la incertidumbre que supone una situación nueva como es la retirada del pañal, 

ante una presión externa que no sabe cómo gestionar....

el cerebro se protege...

Lo vive como una amenaza y huye de ello. 


No son niños caprichosos

Son niños con un cerebro humano invadido por el miedo

y actúan guiados por este miedo.... 


Razonar con ellos, 

explicarles que al aguantarse la caca están empeorando la situación ya que se pone cada vez más dura....

no sirve... 

El miedo no responde a argumentos racionales, 

el miedo funciona de manera irracional....

 

Serán importantes una dieta variada, 

una buena rutina que fomente que nuestro niño se siente en el váter todos los días después de una de las comidas, 

el movimiento, el deporte,

en ocasiones, incluso, serán necesarios laxantes orales para evitar deposiciones demasiados duras... 

Y sobre todo será importante DEDICARLE UN ESPACIO DE TIEMPO A ESA EMOCIÓN....

Solo así conseguiremos el desbloqueo...

 

¿Qué hacer con esa emoción del miedo?

Creamos EMO-MOMENTOS 

(el nombre procede del cuento "Carol conoce su cerebro"en el que Emo es el personaje de nuestro cerebro que se encarga de las emociones LINK).

Todos los días, durante 10 minutos de reloj, 

nos sentamos junto a nuestro niño,

con plastilinas o colores, 

y le ayudamos a representar su miedo y su dolor. 

Sin expectativas...

Si los niños son muy pequeños, los dibujos serán más bien garabatos. 

Esto no es lo importante...

Lo importante es dedicarle un tiempo, 

un tiempo para legitimar y dar valor a la emoción... 

Son 10 minutos de calidad en que nuestro niño debe sentirse acompañado, valorado y escuchado en su 

emoción...

En esos 10 minutos no hay opiniones, no hay juicio, no hay críticas... 

sólo escucha, presencia y disponibilidad...

 

Si ha habido fisuras y sangre, 

podemos volver a la imagen de la sangre y pedir a nuestro niño que nos la dibuje. 

 

Podemos con las plastilinas realizar deposiciones de distintos tamaños y consistencias 

para que nuestro niño se familiarice y entienda lo que está ocurriendo. 

Podemos ayudarnos de la escala de Bristol que es una tabla visual que permite clasificar las distintas formas de las heces.

A los niños les hace mucha gracia esta tabla y les divierte hacer los diferentes tipos de cacas en plastilina e ir clasificando las deposiciones de todos los miembros de la familia:


Si nuestro niño juega con muñequitos, 

podemos jugar con ellos y representar "un teatro"

en el que unos de los muñequitos hace caca muy dura, le hace daño y llora....

y ver cómo reacciona nuestro niño... 

cómo cuida nuestro niño a su muñequito dolorido, 

qué soluciones aporta..

le dejamos a él ser el que resuelva la situación...

 

Podemos contarles nuestras experiencias de cuando nosotros éramos niños. 

Este tipo de estreñimiento es muy frecuente y ocurre muchísimo. 

Que nuestros niños conozcan otros casos les ayuda a normalizar lo que ocurre y a no sentirse mal.  

 

A través de los Emo-momentos,

nuestro niño entra, día a día, en contacto con su miedo...

Cada día... un poco...

En un entorno de seguridad,

sin presión de si hace o no deposición...

Y el miedo se va convirtiendo en algo cada vez más conocido... más manejable...  


Otras veces, detrás de estos rebosamientos o fugas fecales se esconden situaciones emocionales más complicadas (divorcio, bullying, duelo...) que nuestro niño no sabe gestionar,

y su cuerpo "grita" en forma de encopresis

El  Emo-momento crea un entorno de confianza que favorece que estas situaciones que a los niños les da tanta vergüenza contar, puedan surgir, 

favorece que el niño pueda nombrar y poner palabras a aquello que no está pudiendo gestionar, 

y de esta forma buscar la ayuda necesaria...



Es recomendable solo hablar de este tema del estreñimiento durante los Emo-momentos.

Fuera de este espacio, es un tema del que es mejor no hablar...

Generalmente es una situación que, prolongada en el tiempo, crea mucha inquietud...

y la casa acaba "girando" alrededor del problema de estreñimiento del niño...

y los familiares llaman para preguntar...

y todos los días preguntamos al niño acerca del tema.....

Y con la mejor de las intenciones, 

este "no parar de hablar del tema", en lugar de mejorar, empeora la situación....

crea más presión...

lo convierte en un problema cada vez más grande e infranqueable...

 

Si el niño ya tiene edad para cambiarse sólo, 

le hacemos responsable de decidir qué quiere hacer cuando nota esa sensación,  esas ganas de hacer deposición....

Puede aguantárselo, 

Puede hacerlo en el calzoncillo/braga/pañal, y luego cambiarse y limpiar todo (si nos pide ayuda, le ayudamos)

Puede ir al baño...

La decisión es suya,

y lo que decida está bien....

Ni fiesta ni castigo. 


Poco a poco, 

gracias a los Emo-momentos que le hacen sentirse escuchado y acompañado...

gracias a sentirse responsable...

gracias a no sentir presión por parte de su entorno...

gracias a relacionarse con las cacas de una forma más lúdica (plastilina, dibujos, escala de Bristol)...

el miedo disminuirá y la situación mejorará.







Comentarios

  1. Uff que tema tan complicado de afrontar para los padres, no sabes cómo ayudar, si lo haces bien, mal... han sido 7 meses muy muy duros... pero desde que te conocí he empezado a ver la luz al final del túnel!! Gracias por ayudarme a entenderla, gestionar nuestras emociones, intentar ayudarla, ya que no es fácil!! Gracias a tus pautas, tú libro, he comprendido un poquito cómo funciona nuestro cerebro y eso me ayudará para el resto de la vida!! No hemos terminado, lo sé, sé que aún hay mucho trabajo x hacer, pero veo el final mucho más cerca y estoy segura que pronto lo conseguiremos!!!! Mil gracias ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Muchas GRACIAS por tu comentario y por compartir tu experiencia con tu niña!!

      ¡Son tantos los niñxs con esta dificultad!

      Qué importante entender qué está ocurriendo, porqué esa reacción de cerrar las piernas para que no salga la caca, qué se esconde realmente detrás de estas conductas...
      No son conductas caprichosas...
      Son conductas guiadas por nuestro sistema nervioso automático, por nuestro Re...
      Entenderlo nos ayuda a cambiar nuestra forma de abordar la dificultad, de acercarnos y de ayudar a nuestros niñxs a transitarla.

      ¡Enhorabuena por el camino ya reccorido! ¡Y a seguir con mucha paciencia!

      ¡¡Gracias!!
      Un abrazo,
      Inés

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares