El postparto... La llegada a casa...

Cuidando a la mamá que cuida...


Nuestra llegada a casa...


Salimos 2...

Entramos 4...


Me fui tranquila...

Como pediatra... 

Había visto tantos recién nacidos...


Volví mamá...

Mamá recién nacida...

 

Había visto muchos bebés...

Sí...

Pero solo unos instantes...


ESTO era otra cosa...

ESTO no me lo enseñaron en la carrera de medicina...

ni en la residencia de pediatría...

 

De repente éramos 4...

2 ¿adultos? y 2 bebés...

1 madre, 1 padre y 2 bebés...


¿Qué significaba eso de ser madre / padre?

Ese concepto nuevo...

MADRE...

PADRE...

Eso no se estudia en ninguna carrera... 


Al llegar a casa nos sentamos en el sofá del salón, 

los 4... 

Sin saber qué hacer...

Perdidos...

Confusos...

Escondiendo todo este torbellino emocional detrás de esa sonrisa para la foto...

para el recuerdo...


¿Quiénes éramos?

¿En quiénes nos habíamos convertido?


Ellos, los 2 recién bebés, lo tenían claro...

Tenían claro qué necesitaban..

Y se hacían entender...

¡¡Vaya si se hacían entender!!

El llanto... 

¡Qué gran invento!

Así es como saben comunicar...

y saben claramente lo que necesitan...


Pero nosotros 2, madre y padre recién nacidos, no sabíamos...

No sabíamos escuchar...

No nos habían enseñado a escuchar...


El llanto era claro...

Los oídos sordos...

Oídos conectados a un saber, a una narrativa aprendida, 

a una narrativa de lo que se debe o no hacer...

una narrativa desconectada del sentir...

desconectada del cuerpo...

desconectada del sabio interno...

desconectada de la necesidad real del bebé...


Llantos y más llantos...

Un círculo vicioso de llantos que buscan ser oídos 

y que no son entendidos por una madre y un padre recién nacidos...

una madre y un padre que lo hacen lo MEJOR que pueden...

lo MEJOR que saben en ese momento... 


Ahora que esos 2 bebés recién nacidos tienen ya 10 años...

Echo la mirada atrás.... 

y me duele...

me duele la culpa...

me duele la vergüenza...

Me duelen los errores... 

me duelen los llantos que podrían haber sido evitados...

si hubiera sabido escuchar de otra manera...


y me perdono...

me perdono por esos errores...


y aprendo...

aprendo de esos errores...

 

El tortuoso camino del postparto...

que ahora me queda lejos...

vuelve a mí con cada una de las mamis que veo en las revisiones de sus bebés...


Las madres tenemos que perdonarnos...

Las madre podemos hacer cosas equivocadas y no pasa nada...

Las madres tenemos que reconocer y aceptar que, a veces, no podemos...

Y aunque nuestra vida parezca "idílica" para el de enfrente...

tenemos derecho a sentirnos mal...

tenemos derecho a protestar...

La maternidad tiene momentos muy difíciles y solitarios...






Comentarios

  1. Que bien escrito con emocion ! Gracias Inès por todo lo que tu nos hace entender ! Me reconoci en tus palabras.

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