¿Cómo acompañar los comentarios sobre su cuerpo, su estética, su forma de vestir o su forma de ser o actuar que reciben nuestros niños/adolescentes?


Es tan frecuente que nuestros niños y adolescentes 

reciban comentarios acerca de 

su cuerpo, su forma de vestir, su forma de ser, sus gustos y preferencias...

Comentarios que no se los lleva el viento...

Comentarios que dejan huella...

¿Cómo acompañar cuando reciben este tipo de comentarios?


👀Veamos un ejemplo de Comunicación Barrera:


👉 Comunicación Barrera Opción 1: Ignorar, restar importancia al comentario y al impacto

Mamá: 
"¡Qué divertida ha sido la cena,
Me ha encantado volver a juntarnos!"


👉Comunicación Barrera Opción 2. Aprovechar el comentario para aportar nuestra opinión y nuestros juicios...


👀Veamos una viñeta- ejemplo de Comunicación Puente:


👉Comunicación Puente. La mamá retoma el tema al llegar a casa...

Mamá:
"Cariño, antes en la cena, he oído un comentario acerca de tu forma de vestir
¿Cómo te has sentido?
¿Por qué crees que hace ese tipo de comentarios?
...
A mí no me gustan esos comentarios
Además que no creo que sean verdad..."


👉La mamá retoma el tema al llegar a casa. 

Le pregunta, 

le pide su opinión,

Le ayuda a escuchar, expresar y validar su sentir,

a poner palabras y analizar lo ocurrido,

a comprender y comprenderse, 

a elaborar el impacto emocional...


👉Con este acompañamiento, la mamá le ayuda a elaborar, integrar y dar significado a lo ocurrido

haciendo de esta forma que el impacto sea menor

y la huella se convierta en aprendizaje y fortaleza....


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Recuerdo muchos comentarios, 

durante mi niñez, 

mi adolescencia, 

incluso de adulta...


Muchos comentarios acerca de particularidades de mi físico, 

mi forma de vestir, 

mi forma de ser, 

mis gustos...


Comentarios que no se llevó el viento, 

Comentarios que dejaron huella...


Huella en forma de herida,

en forma de dudas, 

dudas sobre mí, 

sobre si era correcta o no, 

sobre si era diferente, rara...

un patito feo...

Dudas como impactos sobre mi ya vulnerable autoestima...


Comentarios que provenían de mi entorno más querido, 

Comentarios realizados con la mejor de las intenciones, 

por mi bien...


Y cuánto daño han hecho...

En cuántos pedacitos me han roto...

pedacitos que han tardado en volver a coger forma...


¡Cuidemos nuestras palabras!

¡Cuidemos nuestros comentarios!

¡NO TODO VALE!


Seamos cuidadosos al referirnos a los gustos, preferencias, físico, forma de ser 

de nuestros niños y adolescentes.

Y entrenemos nuestra mirada 

para detectar cualquier comentario hiriente que le haga el entorno...

No los podemos evitar...

pero siempre podemos ACOMPAÑAR...


No les dejemos solos con el impacto, 

con la herida...

No le restemos importancia al comentario, 

no lo ignoremos, 

ni les llamemos exagerados por darle tanta importancia a un simple comentario... 

Y recordemos siempre que aunque ellos no hablen de ello, 

no significa que no les haya afectado o lo hayan olvidado...


Ayudémosles a entrar en contacto con lo que les ha hecho sentir

y a validarlo,

a poner palabras al impacto,

a permitirse el enfado, la tristeza, el miedo las dudas...

a comprender y comprenderse,

a elaborar, integrar y dar significado a lo ocurrido... 


Necesitan de nuestro acompañamiento 

para que el impacto sea menor...

y la huella se convierta en aprendizaje y fortaleza...



¿Recuerdas comentarios que dejaran huella en ti?


¿Te sentiste acompañada en la gestión del impacto en ti?

Cuéntame, 

Te leo con ilusión




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