Niños con altas sensibilidades...

Diversidad de sensibilidades...

Mi hija cuando era pequeña, 

no toleraba los calcetines, 

le molestaban, 

se los ponía, se los quitaba, 

se enfadaba, gritaba, 

se los volvía a poner, se los volvía a quitar...

y así pasaba un buen rato...

...

yo no entendía, 

yo no comprendía lo que le ocurría...

y me ponía nerviosa...

MUY NERVIOSAAAAA...

...

Empezaba tranquila, 

intentando razonar,

intentando entender,

ayudándola a ponerse el calcetín...

pero no lo conseguía,

acababa enfadada, 

sin paciencia...

y ella acababa llorando,

y con los calcetines puestos...

Después se le olvidaba, 

dejaba de sentirlos

...

hasta la mañana siguiente, 

que como Día de la Marmota, 

la pelea con lo calcetines se repetía...


¡Cuántos niñ@s hay como mi hija con alta sensibilidad al roce de la ropa, que no toleran costuras, vaqueros, calcetines, bragas...!

 

Y también niñ@s con otras sensibilidades...

Niños con hipersensibilidad auditiva, 

que no aguantan el ruido del masticar ajeno, 

que se tapan los oídos ante los ruidos fuertes o un entorno ruidoso, 

 

Niños con hipersensibilidad gustativa, 

que parecen "exquisitos" con los sabores, 

que no toleran ciertas especias o condimentos...

 

Niños con "hipersensibilidad empática",

muy sensibles al malestar ajeno...

 

Niños con hipersensibilidad emocional, 

niños que se emocionan ante la belleza,

niños con las emociones a flor de piel, 

con las lágrimas siempre a medio asomar, 

con un mundo interior sensible y muy presente, 


Niños que se sienten diferentes, 

se perciben raros, 

distintos a los otros por este sentir distinto, 

por esta sensibilidad mayor...

 

Sensibilidad que es percibida como peligrosa, 

como probable causa de sufrimiento, 

como probable objeto de burla, 

la frase "eres muy sensible" 

conlleva una connotación negativa,

sobre todo si se trata de niños varones...

Parece que las niñas sí pueden ser sensibles,

pero los niños no pueden ni deben serlo...

la sensiblidad no es característica del varón...


Sensibilidad que es escondida, 

sensibilidad que es reprimida, 

sensibilidad que da miedo

"no quiero que mi hijo sea tan sensible, le va a crear sufrimiento..."

 

¡Qué necesario es CAMBIAR la MIRADA!

 

Aprender a mirar esa sensibilidad especial como algo bello, 

crear espacios de seguridad donde nombrar, 

donde visibilizar y atestiguar esa sensibilidad...

"Los calcetines te molestan ¿verdad?

tu piel es sensible en esa zona... 

y "grita" porque siente molestia...

Hazme un dibujo de lo que sientes en esa zona cuando te los pones...

Tócame la zona que te molesta para que yo pueda sentir lo que sientes... 

¿Te parece que todos los días le dediquemos un rato a tu sensibilidad 

para conocerla un poco mejor 

y conocer qué necesita,

cómo ayudarla?"

 

Al nombrarla,

al hacerla visible

al darla permiso, 

al darle un espacio, 

al bienvenirla, 

la sensibilidad se convierte en algo más manejable, 

la sensibilidad se convierte en un don y un tesoro,

un don y tesoro a cuidar, 

un don y tesoro que hay que aprender a acompañar, a canalizar y a recursar...


 

¿Tienes un niño o niña con una sensibilidad especial?

¿Te animas a acompañarlo desde esta nueva mirada?

 

Cuéntame... 

Te leo en comentarios...

Comentarios

  1. Gracias, Inés. Me ha gustado mucho la sencillez como has presentado esta realidad tan poco entendida y acompañada. Un asunto que efectivamente es o puede ser causa de mucho sufrimiento de por vida difícil de sanar.
    Tal como lo has trasmitido habla de tu sensibilidad y experiencia sobre este tema, más allá de los conocimientos teóricos. Algo que perciben y necesitan las personas con sensibilidad especial, "honestidad, sinceridad, amabilidad".
    Agradecida por tu publicación.
    Teresa Martín

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    1. Muchas gracias por comentar y por tus palabras!! Son un regalo!!
      Efectivamente es un tema muy frecuente y que requiere una mirada nueva...
      Gracias!!
      Un abrazo,
      Inés

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  2. Hola Ines! Otro tema súper interesante y como siempre abordas de forma genial y tan cercana. Me ha encantado la última que has puesto. Aquí en casa desde hace tiempo que soy muy consciente de las hipersensibilidades de mis hijos: Uno con los sonidos, olores y sabores (desde siempre, desde muy chiquitito!) y la otra tan sensible a su mundo interior y cómo se expresa en el cuerpo y a los estados emocionales de los demás. La “lucha de los calcetines” sigue siendo una constante aquí en casa, porque mi hijo verdaderamente solo se siente bien pisando completamente descalzo, incluso corriendo sobre césped, tierra y arena. Y yo siempre tengo tanto frío en mis pies.... 😊
    Pero siempre busco entenderles y respetar.
    Gracias!!

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    1. Gracias por tu comentario!!
      Qué interesante la vivencia que comparte con tus 2 hijos, cada uno con sus sensibilidades... ¡Qué importante y bella tu consciencia sobre ello!
      Gracias!
      Un saludo,
      Inés

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  3. Hola Inés. Todos somos sensibles a algo, a veces a muchas cosas a la vez, y nos han enseñado a ocultarlo, quizás por miedo a mostrar una debilidad. Yo la primera. Pero al hacerlo visible, pienso que se está mostrando lo contrario, una gran fortaleza y autoconocimiento. A mi niño, desde muy pequeño, le molesta mucho los ruidos altos. En los cumpleaños lo pasaba fatal cuando sacaban la tarta y ponían el cumpleaños feliz a todo volumen, salía corriendo. Cuando íbamos a la feria montaba en los cochecitos y se pasaba todo el tiempo tapándose los oídos, pero le gustaba ir. Busqué una solución " arriesgada" ponerle unos cascos, los que usan en las obras para amortiguar los ruidos, ¡ Y funcionó! Digo arriesgada porque son muy voluminosos y pensaba que se iban a reír o burlarse de él, pero todo lo contrario, por lo menos con los otros niños. Si le preguntan dice que es porque le molestan los ruidos altos y ya está, todo tan natural. Y hasta sentían curiosidad y se los probaban y notaban la diferencia.
    GRACIAS Inés por compartir a través del blog, de tus libros y el personaje de Carol a dar Superpoderes a nuestros niños. El superpoder del autoconocimiento.
    Un gran abrazo,
    ....

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    1. Gracias por comentar y compartir tu experiencia con tu hijo!!
      ¡Qué frecuentes son las hipersensibilidades acústicas a los ruidos fuertes!
      ¡Y qué sensible y bella tu forma de acompañarle al ofrecerle la posibilidad de los cascos!
      GRACIAS!!
      Un abrazo,
      Inés

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