Niños correctos, Niños incorrectos...

Hoy... GRITO..

"¡Por favor, cuidemos las palabras!

¡Cuidemos cómo hablamos y tratamos a nuestros niños!

¡Cuidemos cómo les escuchamos, aceptamos y valoramos!"

 

Las palabras no se las lleva el viento...

Las palabras, y más en un niño, 

entran en la profundidad del SER, 

en la profundidad de su identidad,

donde quedan grabadas a fuego...

 

Podemos pensar distinto, 

podemos ver la vida de colores distintos,

podemos poner límites a conductas que nos parecen inadecuadas,

PERO ¡por favor! 

que nuestro niño sienta SIEMPRE que su SER es amado, valorado y válido...

que su SER completo, tal y como es, es PERFECTO...

 

No hay una forma correcta de SER y una forma incorrecta...

Porque nuestro niño VISTA distinto que el resto de la familia, 

distinto de lo que se considera "correcto", 

porque nuestro niño PIENSE distinto, 

tenga una ORIENTACIÓN SEXUAL distinta, 

o tenga VALORES, CREENCIAS y CONDUCTAS distintas de las esperadas o de las consideradas correctas, 

NO ES UN NIÑO INCORRECTO... 

 

Niños que por SER "incorrectos", 

por SER distintos a la expectativa familiar 

reciben llamadas de atención, 

malas caras, 

comentarios del tipo: "STOP... no sigas ese camino",

y se sienten obligados a callar 

y a "actuar" para simular SER otro, 

para SER queridos, 

para pertenecer.... 

 

Pueden parecen comentarios, miradas, actos inocentes, sutiles, sin intención... 

por parte del adulto...

pero no lo son... 

no lo son porque tienen consecuencias en el otro...

tienen consecuencias en el SER del otro, 

en lo más profundo del otro, 

en su IDENTIDAD como SER...

Somos distintos, 

la diversidad es la norma, 

y nuestros niños ¡¡nos necesitan!! 

nos necesitan en la aceptación REAL de esa diversidad, 

necesitan sentirse amados en su SER completo, 

no sólo de partes de su SER...

nos necesitan para no crecer con demasiadas heridas...

heridas por sentirse "no correctos" desde niños...

Heridas que de mayor les acompañan, 

y por momentos se abren 

y sangran... 

 

Y por eso GRITO: 

"¡POR FAVOR! cuidemos nuestra mirada hacia nuestros niños

cuidemos cómo les hablamos, 

cuidemos cómo les escuchamos, 

para que se sientan amados, aceptados, válidos, importantes

y SIEMPRE CORRECTOS

tal y como son, tal y como piensan, tal y como visten, tal y como opinan...."