Transitando el duelo junto a nuestros niños 

¿Cómo caminar a su ritmo?

Cuando murió mi madre, 

me sentí sin recursos, 

sin recursos para mí,

sin recursos para mis hijos...

 

Sobre todo me preocupaban mis hijos, 

en aquel momento tenían 9 años,

¿Cómo ayudarles a transitar el duelo? 

si ni sabía cómo hacerlo yo misma....


Hicimos un pequeño altar, 

con objetos simbólicos de mi madre...

Objetos que traen recuerdos...

Objetos que traen memoria...

En el altar también pusimos velas, 

velas para encender los días con mayor significado,

o los días en que la tristeza y la añoranza nos invade...

Las suelo encender yo...

aunque en alguna ocasión me las he encontrado encendidas...


Busqué momentos para hablar con mis hijos, 

quería que expresaran, 

que hablaran, 

que compartieran su tristeza, 

que no la guardaran dentro...

Busqué hacer los Emo-momentos con ellos,

pero no funcionó...

cuando yo quería hablar, 

ellos no querían... 

y sentía que en ocasiones, 

aquello les presionaba, 

les incomodaba...

Ese no era su ritmo, 

su ritmo era otro, 

su necesidad distinta...


Entonces empecé un cuaderno, 

el cuaderno de los recuerdos...

un cuaderno para escribir, dibujar, pegar fotos...

un cuaderno para plasmar recuerdos, 

para plasmar momentos, 

momentos bellos, momentos tristes, momentos diversos, 

momentos vividos junto a mi madre...

 

Dejé el cuaderno junto al altar,

a la vista y disponibilidad de todos...

yo escribía en él a diario, 

me venía bien, 

lo necesitaba, 

era mi mini "cita"" con mi madre...

una forma de hacer presente la intensa ausencia, 

de llenar el VACÍO...

escribía recuerdos, 

a veces dibujaba, 

imprimía fotos que luego pegaba...


Y de vez en cuando...

¡¡SORPRESA!!

me encontraba con notitas de mis hijos, 

un "te echo de menos", escrito por mi hija, 

un "recuerdo cuando nos leías cuentos", escrito por mi hijo, 

un collar roto pegado con celo, 

collar que fue regalo de mi madre

tras uno de sus viajes... 

¡Qué maravillosos mensajes!

¡Qué regalos para todos!


El cuaderno estuvo un año, 

después lo retiré, 

no lo sentí más necesario...

Y ahora lo guardo como un tesoro, 

un tesoro que esconde momentos, 

que esconde recuerdos...

Un tesoro que ojeamos de vez en cuando...

Un tesoro que nos ayudó,

y que nos ayuda todavía,

cuando la ausencia se convierte en vacío, 

cuando la ausencia se hace demasiado intensa...


Y tú... 

¿Te ha ayudado algún recurso en este transitar junto a tus niños?

¡¡Qué bello y necesario tejer recursos que nos ayuden a transitar el dolor junto a nuestros niños!!

Cuéntame...

Te leo en comentarios....

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