El arte de comunicarnos con nuestros niños y adolescentes (6)
Hacernos responsables de lo que sentimos...
Quién no ha dicho a sus hijos,
alguna vez,
frases como éstas:
"¡Mira cómo me has puesto!"
"¡Mira cómo me pones!"
"¡Mira lo que me haces hacer/decir!"
"¡Mira lo triste que me has puesto!
¡Mira cómo me enfadas!
¡¡POR TU CULPA!!"
Frases automáticas
que salen de nuestra boca
casi sin pensar...
y que hacen mucho daño...
👉 La viñeta de hoy es un claro ejemplo de una Comunicación Barrera
Mamá: "¡Mira cómo me pones! Por tu culpa estoy hecha una furia y me haces decir cosas que no quiero ¡me vuelves loca!"
Hija piensa: Soy mala...
La mamá convierte a su hija,
en responsable de su enfado
y de la expresión de su enfado
PERO...
¿Quién es responsable de nuestras emociones y sentimientos?
¿de nuestra tristeza, de nuestro enfado, de nuestra rabia, de nuestra frustración?
¿El otro?
¿Nuestros hijos?
- El otro es un estímulo
- El otro favorece la aparición de emociones en nosotros. El otro despierta nuestro Emo* (cerebro emocional)
- Y hasta allí puede llegar el otro.
El resto es nuestro.
Nos pertenece.
Es nuestra RESPONSABILIDAD
No elegimos sentir una emoción.
La emoción aparece de manera involuntaria e incontrolable.
Pero una vez que la sentimos,
es única y exclusivamente nuestra RESPONSABILIDAD lo que hagamos con esa emoción,
lo que hagamos con nuestro Emo* que ha tomado el control de nuestra mente, palabras y conductas.
👉 Veamos la siguiente viñeta que representa una Comunicación Puente
Mamá: "¡No puedo más! ¡He llegado a mi límite! Estoy muy enfadada... A la mínima puedo estallar y no quiero hacer daño a nadie... Necesito silencio y estar sola un rato..."
Hija piensa: Ufff.... pues sí que está enfadada.... Mejor me alejo....
En este ejemplo,
la mamá se hace totalmente RESPONSABLE de su mal humor
no echa culpas fuera...
La mamá se da cuenta que ha llegado a su límite,
que está secuestrada por la emoción (secuestro emocional, bajo el mando de Emo*)
despierta a su Neo* (Lóbulo prefrontal)
y decide qué hacer con ese sentir...
En ese estado es mejor aislarse, respirar, estar a solas...
Nos hacemos responsable de la emoción cuando
- reconocemos que estamos bajo su influencia y no luchamos contra ella
- le dejamos un espacio, un momento, un lugar y le ponemos nombre,
- No actuamos bajo su influencia
- simplemente la permitimos, sin buscar eliminarla, sin buscar distraerla, sin buscar no sentirla....
Y esto lo conseguimos gracias a nuestra Neo* (nuestros lóbulos prefrontales).
- Neo es la que "enciende su linterna" y baja a escuchar y a bienvenir a Emo.
- Neo no busca culpables fuera.
- Neo se hace RESPONSABLE.
- Neo es quien decide conscientemente qué hacer con ese sentir. Puede seguir enfadado, puede gritar, puede seguir triste, puede llorar.... y lo hace porque lo ha elegido así, porque ha tomado las riendas del cerebro y de la emoción y ha tomado esa decisión voluntaria, consciente, reflexionada. El otro ya no tiene nada que ver con esa respuesta a esa emoción...
Cuando nos damos cuenta de que el otro no es responsable de nuestro sentir,
y conseguimos despertar nuestra Neo para que se haga cargo de esa emoción "difícil",
sigue siendo un proceso doloroso,
y a la vez muy poderoso.
Nos da el poder.
Dejamos de ser marionetas en manos de un otro o de un acontecimiento.
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