El arte de comunicarnos con nuestros niños y adolescentes (7)

Cuando nuestros niños nos faltan al respeto...

Ante un NO, 

ante un límite,

ante una expectativa frustrada,

ante una orden que no les gusta...

nuestros niños y adolescentes,

guiados por su enfado y su frustración, 

guiados por su cerebro más primitivo, su Re y su Emo,

 pueden responder con malas palabras, 

y faltar al respeto...

¿Cómo reaccionar ante tales palabras dañinas que salen por la boca de nuestro hijo?


Veamos un ejemplo de respuesta usando una Comunicación Barrera: 






















Hija: "¿Por qué no podemos ir a la piscina por la mañana? 

¡Siempre hacemos lo que tú dices!

Eres una mandona y una egoísta

¡TE ODIO!"

 

Mamá: "¿Cómo se te ocurre hablarme así? 

¡NO TE LO PERMITO!

Sabes lo que te digo...

¡Hoy te quedas sin piscina!"

👉 En este ejemplo, 

la irrespetuosa respuesta de la hija, 

enfada muchísimo a la madre, 

lo cual es natural, 

se trata de un límite innegociable

¡No está permitido faltar al respeto!

y de manera automática e impulsiva, 

guiada por la intensidad emocional y por su Emo (cerebro emocional) 

castiga a la hija sin ir a la piscina... 


👀 ¿Qué efecto produce esta comunicación en su hija?

La hija se llena de rabia, de impotencia y de frustración

ante ese castigo que ella vive como injusto 

y que nada tiene que ver con hablar bien o hablar mal...


Esta clase de comunicación, 

la pone a la defensiva

y la hace menos capaz de considerar el punto de vista de su madre....

 

Veamos el mismo ejemplo usando una Comunicación Puente o Comunicación No Violenta:






















Hija: "¿Por qué no podemos ir a la piscina por la mañana? 

¡Siempre hacemos lo que tú dices!

Eres una mandona y una egoísta

¡TE ODIO!"

 

Mamá: "Sé que te gusta mucho ir a la piscina por la mañana.

Y que estás enfadada porque hoy no podemos ir. 

Está bien que te enfades pero esa forma de hablar no me gusta.

Cuando me hablas así, algo en mí se cierra y se me van las ganas de hacer nada, ni de ir a la piscina. 

¡¡Puedes decirme lo que te molesta sin faltarme al respeto!!

Y me gustaría que cuando puedas, te disculpes"

 

👉 En este ejemplo, 

al igual que en el anterior, 

la irrespetuosa respuesta de la hija, 

enfada muchísimo a la madre, 

lo cual es natural, 

se trata de un límite innegociable

¡No está permitido faltar al respeto!

PERO...

en lugar de responder de manera impulsiva y automática con su Emo, 

responde con su Neo (su lóbulo prefrontal) 

En primer lugar, reconoce los sentimientos de su hija. 

Los nombra, los describe y les da su lugar y su valor. 

Y después expresa sus propios sentimientos (enfado)

las consecuencias de esa falta de respeto (necesidad de alejarse de hija)

y solicita lo que espera de su hija ("decirme lo que te molesta sin faltar al respeto" y una disculpa)


👀 ¿Qué efecto produce esta comunicación en su hija?

Las palabras tienen consecuencias en los demás, 

pueden hacer daño, 

pueden hacer que la gente se enfade y se aleje... 

 

El enfado está permitido, 

pero hay que cuidar la expresión del enfado, 

¡¡no todo vale!!

y ante una falta de respeto, 

es necesario pedir disculpas... 

 

Y tú... 

¿Cómo reaccionas ante la falta de respeto de tu hijo/hija?

Cuéntame, te leo 😄

 

*Emo y Neo son los personajes del cuento Carol Conoce su Cerebro

 



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