Escondiendo los cambios en el cuerpo...

¿Cómo acompañar estos cambios y las emociones que producen con una comunicación puente?

Con la llegada de la pubertad 

y los cambios corporales,

sobre todo con la aparición de pecho, 

viene la vergüenza,

viene el querer esconder y disimular cualquier cambio,

viene el no llamar la atención, 

viene el pasar desapercibido,

viene el que nadie se dé cuenta... 

y vienen las posturas encorvadas, 

caminando con los hombros hacia delante,

caminando y tapando...

Con el tiempo, 

el cerebro registra esa postura encorvada

como la normal, 

como la correcta...

se convierte en su nueva postura...  

su cerebro ya no la registra como postura anormal...

 

Comunicación Barrera...

Al verlas, nos sale directamente e impulsivamente la orden: 

"¡PONTE RECTA!"

nuestra niña, durante un instante, se pone recta...

pero, poco después, 

su postura vuelve a la de antes... 

NO lo hace aposta

No lo hace para fastidiar...

Su vergüenza y su cerebro mandan...

Comunicación Puente...

"El ¡ponte recta!" sólo obtendrá resultados si va asociado 

• con un acompañamiento y validación 

de la vergüenza y de todas las emociones complejas

que los cambios corporales producen a estas edades...

Sin juicios, 

sin restar importancia, 

sin consejos de adultos...

• Con una descripción del problema y de lo que nos preocupa...

• con ejercicios de consciencia corporal,

de consciencia de la postura recta,

ejercicios en la pared o en el suelo...

• con una invitación a buscar de manera conjunta conductas alternativas

que le ayuden a sostener la vergüenza, la incomodidad,

sin necesidad de encorvar la espalda...

ropa más ancha, capas de ropa...

Los cambios corporales que se producen durante la pubertad 

dan lugar a miedos,

vergüenzas,

comparaciones,

dudas,

rechazo del propio cuerpo

y a una multitud de emociones

que nuestros niños no entienden y no saben gestionar...

 

Nos necesitan a su lado,

Nos necesitan para ayudarles a nombrar, 

a poner palabras y a validar todo aquello que les está ocurriendo,

Nos necesitan para entenderse, 

para no sentirse tan raras,

para no sentirse tan solas...

¿Recuerdas tus primeros cambios corporales?

¿Cómo los viviste?

¿Te sentiste acompañado?

Cuéntame, ¡te leo con ilusión!