Acompañar a un@ adolescente

no es lo mismo que acompañar a un niñ@...

A medida que nuestr@s niñ@s crecen, 

nuestro rol de mapadres cambia.

Es importante conocerlo 

para no hacer ni hacernos daño...

 

Las necesidades de un niño de 3-5, 7-11 años 

no tienen nada que ver con las necesidades de un adolescente de 12-16 años...

 

SÍ nos siguen necesitando, 

aunque a veces no lo parezca, 

aunque a veces lo que apetezca sea tirar la toalla, 

y dejarles hacer lo que quieran...

Nos siguen necesitando...

... Pero, de otra manera

y nos toca aprender a acompañar de esta otra manera...

 

En la adolescencia el cerebro cambia, 

cambia para pasar de ser un cerebro de niño a un cerebro adulto

para pasar de ser totalmente dependiente a ser autónomo y responsable.

Es una etapa dura, pero muy necesaria.... 

Un duelo para los mapadres, 

... un decir ADIOS a aquel niño que quería estar con nosotros a todas horas, 

y que nos idealizaba hiciéramos lo que hiciéramos, 

dijéramos lo que dijéramos....

... y un decir HOLA al adolescente que tenemos delante, 

que nos mira con cara de asco en ocasiones, 

nos habla la lengua de los monosílabos,

nos rebate todas nuestras opiniones,   

prioriza sus amistades,

y al que ya no podemos controlar.... 

 

A veces, con la mejor de las intenciones,

conseguimos exactamente lo contrario de lo que buscamos conseguir, 

con nuestros miedos, 

con nuestros consejos bienintencionados, 

con nuestros juicios, 

siempre en busca de protegerles, 

siempre con nuestra mejor de las intenciones, 

PERO.... lo que conseguimos es que se separen aun más de nosotros, 

que nos mientan, 

que se acerquen aún más a eso de lo que les estamos diciendo que se alejen.... 

 

Es una etapa dura, pero muy necesaria....

Una etapa en que nos siguen necesitando, 

CERCA y LEJOS a la vez...

.... LEJOS de juicios y consejos adultos,

necesitan que respetemos sus preferencias, 

que respetemos sus amistades, 

que respetemos sus gustos (de ropa, música, color de pelo....) 

... CERCA para ayudarles a anticipar posibles consecuencias de sus conductas adolescentes,

cerca para ser sostén amoroso e incondicional cuando se caigan,

evitando la famosa coletilla: "ya te avisé...."

coletilla dolorosa y venenosa que hiere el corazón... 

y crea barreras y distancias.... 

 

Como adultos, 

para no hacer ni hacernos daño,

nos toca aprender a acompañar esta nueva etapa

llena de peculiaridades y características especiales y únicas,

muy diferentes de las etapas previas...


Y tú...

¿cómo estás viviendo y acompañando esta nueva etapa? 

Cuéntame...

¡Me encanta leeros!




Comentarios

Entradas populares