¿Qué hacer con la fimosis y las adherencias balano-prepuciales de nuestros niños?

 

La fimosis en los bebés es fisiológica y normal.

 

Prácticamente todos los niños nacen con un estrechamiento de la abertura del prepucio o fimosis. 

Además, al nacer, el glande y el prepucio aparecen pegados por un tejido fibroso fino. Son las adherencias balano-prepuciales. 

Ambas condiciones hacen que en un recién nacido sea difícil retraer la piel del prepucio y dejar al descubierto el glande. 

 

Esto es fisiológico y NORMAL.

¿Qué  debemos hacer?

Ante este proceso natural, lo más sensato es NO HACER NADA.

No se debe forzar la retracción del prepucio.

 

Se debe cuidar la higiene local con una SUAVE retracción del prepucio, hasta donde deje, sin forzar. Lavar la zona sólo con agua. No con jabón.

Y si la estrechez es tal que no permite ningún movimiento de la piel, es preferible NO TOCAR.

 

Si forzamos la retracción del prepucio podemos provocar unas pequeñas heridas y grietas que al cicatrizar, empeorarán la situación al producir una fimosis cicatrizal, ésta sí, imposible de retraer.

 

Durante el desarrollo, las adherencias y la fimosis van desapareciendo de forma progresiva.  

 

El crecimiento del pene, las erecciones espontáneas, así como el acúmulo de restos epiteliales o esmegma (una secreción blanquecina producida localmente, que se acumula en el espacio entre el prepucio y el glande y que actúa como un lubricante natural ayudando al despegamiento), hacen que seproduzca una dilatación progresiva del prepucio, lo que facilita la retracción. 

 

A los 3-4 años, el 90% de los prepucios descienden totalmente. 

 

Los que aún no lo han conseguido totalmente, lo harán en los siguientes años, de tal forma que menos del 1% de los varones de 17 años presenta fimosis.