NUEVO DÍA DE MEDITACIÓN CON NIÑOS:
Hemos seguido profundizando en nuestro mundo emocional. Ya empezamos la semana pasada, conociendo y nombrado varias emociones y sentimientos.
Hoy, en primer lugar, nos hemos imaginado las emociones como si representarán el tiempo, así, el enfado sería una tormenta; la alegría, el sol; la tristeza, el tiempo nublado; el miedo, la niebla y la sorpresa.............¡el arcoíris! Esto último ha sido una extraordinaria aportación de Angel Luis!! Les quería pillar un poco ya que a mí no se me había ocurrido ninguna similitud para sorpresa pero, ellos, tienen respuesta para todo!!
Y hemos creado nuestra propia tormenta utilizando los dedos, primero con un dedo, después 2, 3, 4 y la palma entera... y después al revés. ¡Ha sido maravilloso! ¡Y si cerrabas los ojos, te podías imaginar debajo de la tormenta!
Como no puedo poner en el blog el vídeo que hemos hecho en el taller, pongo otro vídeo en el que un coro crea una tormenta con su cuerpo.
Gracias a la tormenta nos hemos dado cuenta que la intensidad de la tormenta es suave al principio, después sube, sube, sube hasta un máximo y vuelve a bajar.
Lo mismo ocurre con nuestras emociones. Podemos empezar sintiéndonos irritados, pero si no actuamos en ese 1º momento, pasaremos a sentirnos enfadados y si seguimos sin hacer nada con esa emoción, ésta se convertirá en ira, furia, rabia... y ya en ese momento, la emoción se ha apoderado de nosotros ¡hemos perdido todo nuestro poder! y actuamos sin control ni conciencia. El Diablo de Tashmania nos tiene controlados.
En el Emocionario se ve muy bien esta gradación de la irritación a la ira pasando por el enfado:
Para que lo entiendan mejor, hemos pintado entre todos un arcoíris. En las partes bajas del arcoíris, tanto al inicio como al final, todavía tenemos la mente clara y podemos tomar decisiones y elegir tranquilamente la mejor opción respecto a esa emoción que sentimos; pero, en la parte mas alta del arcoíris (también llamada periodo refractario), hay que hacer ¡STOP! Parar, respirar y abrazar esa emoción que estamos sintiendo y respirar, respirar hasta que la intensidad de la emoción vuelva a bajar. La buena noticia es que SIEMPRE VUELVE A BAJAR!!
Aquí os pongo el maravilloso trabajo en equipo que hemos hecho construyendo nuestro arcoíris. Se llevan además a casa uno para que cada vez que sientan que la emoción les empieza a invadir, miren a su arcoíris y señalen en que parte de la onda se encuentran y así decidir si actuar o mejor parar y respirar.
También se han llevado un botecito lleno de estrellitas y purpurina que representa su mente para usarlo también en ese momento álgido de la emoción: agitarlo, agitarlo, agitarlo y sentarse a respirar y no actuar hasta que el agua (su mente) vuelva a estar mas clara (ya vimos este mismo concepto cuando trabajamos con las sales)
Comparto un vídeo precioso en el que unos niños explican cómo gestionan sus emociones difíciles a través de la respiración ¡Una maravilla!
https://youtu.be/sTy9FhIvAro
Natalia nos ha dado la oportunidad de hablar largo y tendido acerca del Diablo de Tashmania y lo fácil que es que se apodere de nuestra mente y nos haga sufrir. Es importante ser conscientes de cuando esto ocurre para conseguir convertirnos en observadores de esos pensamientos rumiantes causantes de nuestro sufrimiento y elegir, desde la distancia, cómo gestionarlos.
¡GRACIAS NATALIA por tu valentía a la hora de compartir estos momentos difíciles con todos nosotros!
AH! Se me olvidaba! Hemos vuelto a cantar la canción de las emociones y ha sido genial!! Juan José nos ha comentado que la utilizó un día en el colegio cuando se torció el tobillo y se hizo mucho daño, entró en el baño y cantó la canción y así, el dolor fue disminuyendo.... ¡Genial!
¡Gracias JuanJo!
Hemos terminado con una meditación centrada en la respiración pero prestando especial atención a la espiración, alargando la espiración para soltar, soltar, soltar. Esta meditación es muy útil cuando algo nos preocupa mucho, nos inquieta y no nos permite pensar con claridad. Durante la exhalación, soltamos todas esas preocupaciones y en la inhalación, nos llenamos de aire nuevo y puro, y de nuevo, exhalamos y soltamos, soltamos, soltamos.
¡Os animo a probarla! Es mágica!!
Hemos seguido profundizando en nuestro mundo emocional. Ya empezamos la semana pasada, conociendo y nombrado varias emociones y sentimientos.
Hoy, en primer lugar, nos hemos imaginado las emociones como si representarán el tiempo, así, el enfado sería una tormenta; la alegría, el sol; la tristeza, el tiempo nublado; el miedo, la niebla y la sorpresa.............¡el arcoíris! Esto último ha sido una extraordinaria aportación de Angel Luis!! Les quería pillar un poco ya que a mí no se me había ocurrido ninguna similitud para sorpresa pero, ellos, tienen respuesta para todo!!
Y hemos creado nuestra propia tormenta utilizando los dedos, primero con un dedo, después 2, 3, 4 y la palma entera... y después al revés. ¡Ha sido maravilloso! ¡Y si cerrabas los ojos, te podías imaginar debajo de la tormenta!
Gracias a la tormenta nos hemos dado cuenta que la intensidad de la tormenta es suave al principio, después sube, sube, sube hasta un máximo y vuelve a bajar.
Lo mismo ocurre con nuestras emociones. Podemos empezar sintiéndonos irritados, pero si no actuamos en ese 1º momento, pasaremos a sentirnos enfadados y si seguimos sin hacer nada con esa emoción, ésta se convertirá en ira, furia, rabia... y ya en ese momento, la emoción se ha apoderado de nosotros ¡hemos perdido todo nuestro poder! y actuamos sin control ni conciencia. El Diablo de Tashmania nos tiene controlados.
En el Emocionario se ve muy bien esta gradación de la irritación a la ira pasando por el enfado:
Para que lo entiendan mejor, hemos pintado entre todos un arcoíris. En las partes bajas del arcoíris, tanto al inicio como al final, todavía tenemos la mente clara y podemos tomar decisiones y elegir tranquilamente la mejor opción respecto a esa emoción que sentimos; pero, en la parte mas alta del arcoíris (también llamada periodo refractario), hay que hacer ¡STOP! Parar, respirar y abrazar esa emoción que estamos sintiendo y respirar, respirar hasta que la intensidad de la emoción vuelva a bajar. La buena noticia es que SIEMPRE VUELVE A BAJAR!!
Aquí os pongo el maravilloso trabajo en equipo que hemos hecho construyendo nuestro arcoíris. Se llevan además a casa uno para que cada vez que sientan que la emoción les empieza a invadir, miren a su arcoíris y señalen en que parte de la onda se encuentran y así decidir si actuar o mejor parar y respirar.
También se han llevado un botecito lleno de estrellitas y purpurina que representa su mente para usarlo también en ese momento álgido de la emoción: agitarlo, agitarlo, agitarlo y sentarse a respirar y no actuar hasta que el agua (su mente) vuelva a estar mas clara (ya vimos este mismo concepto cuando trabajamos con las sales)
https://youtu.be/sTy9FhIvAro
Natalia nos ha dado la oportunidad de hablar largo y tendido acerca del Diablo de Tashmania y lo fácil que es que se apodere de nuestra mente y nos haga sufrir. Es importante ser conscientes de cuando esto ocurre para conseguir convertirnos en observadores de esos pensamientos rumiantes causantes de nuestro sufrimiento y elegir, desde la distancia, cómo gestionarlos.
¡GRACIAS NATALIA por tu valentía a la hora de compartir estos momentos difíciles con todos nosotros!
AH! Se me olvidaba! Hemos vuelto a cantar la canción de las emociones y ha sido genial!! Juan José nos ha comentado que la utilizó un día en el colegio cuando se torció el tobillo y se hizo mucho daño, entró en el baño y cantó la canción y así, el dolor fue disminuyendo.... ¡Genial!
¡Gracias JuanJo!
Hemos terminado con una meditación centrada en la respiración pero prestando especial atención a la espiración, alargando la espiración para soltar, soltar, soltar. Esta meditación es muy útil cuando algo nos preocupa mucho, nos inquieta y no nos permite pensar con claridad. Durante la exhalación, soltamos todas esas preocupaciones y en la inhalación, nos llenamos de aire nuevo y puro, y de nuevo, exhalamos y soltamos, soltamos, soltamos.¡Os animo a probarla! Es mágica!!
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