El arte de comunicarnos con nuestros niñ@s y adolescentes (y entre adultos😉)
¿Cómo acompañar su sufrimiento?
¿Cómo actuamos ante el dolor de nuestro hij@?
¿Cómo respondemos ante situaciones que les provocan tristeza, decepción, frustración, sufrimiento?
Veamos este ejemplo
Hija: "Mis amigas han salido y no me han avisado"
Mamá:"¡Esas no son buenas amigas! ¡Olvídate de ellas! No merecen la pena.... ¿Por qué no llamas a las del otro grupo?"
Cuando a nuestro niñ@ o adolescente le ocure alguna situación dolorosa,
nos duele...
las neuronas espejo,
que son las responsables de nuestra capacidad de empatizar,
se activan
y duele....
Nos duele verlos sufrir...
Con la mejor de las intenciones
damos consejos,
buscamos soluciones,
ofrecemos alternativas,
en busca de reducir su dolor,
de aliviar su sufrimiento...
Con la mejor de las intenciones,
ignoramos sus sentimientos
e imponemos nuestra lógica de adultos...
En este caso, la hija no está necesitando soluciones, ni consejos, ni opiniones....
La hija está necesitando CONEXIÓN,
está necesitando sentirse escuchada,
sentirse sentida en esa emoción dolorosa,
Necesita un espacio de desahogo sin juicios,
un espacio de libre expresión de lo que duele....
En este caso la hija aprende que
las emociones dolorosas no están permitidas,
son incómodas,
hay que taparlas,
y rápido buscar soluciones para sentirnos mejor...
Veamos este otro ejemplo:
Hija: "Mis amigas han salido y no me han avisado"
La madre en este caso
ESCUCHA...
y traduce en palabras lo que su hija siente...
Identifica, nombra y valida el sentimiento doloroso,
le da presencia,
le permite SER y ESTAR,
le da un espacio y un lugar,
donde no hay que resolver nada...
donde solo hay que sentir,
aunque duela aquello que se está sintiendo....
👉 ¡¡El gran poder de la escucha!!
Es nuestra escucha y la conexión real con las emociones dolorosas del otro
lo que reconforta más...
La hija aprende que, en ocasiones, la vida duele...
ocurren cosas que no nos gustan,
que nos hacen sufrir....
y que las emociones y sentimientos que estas situaciones provocan,
SÍ están permitidas
son "bienvenidas",
son necesarias,
no hay que evitar sentirlas
ni luchar contra ellas....
La hija aprende lo importante que es estar en contacto con sus propios sentimientos,
nombrarlos,
escucharlos
y respetarlos....
ya sean agradables,
o no tan agradables....
La hija aprende que compartir estos sentimientos dolorosos con un ser querido,
no resuelve,
pero...
ayuda,
reconforta,
disminuye su intensidad...
La hija aprende que solo después de haberse dado un espacio y un tiempo para escucharlas y sentirlas,
es cuando pueden aparecer reflexiones interesantes,
alternativas,
soluciones creativas,
oportunidades distintas...
¿Cómo acompañas los momentos de sufrimiento de tu hij@?
Cuéntame, te leo..
(Inspiración: libros de Faber y Mazlish)
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