TALLER MINDFULNESS CON NIÑOS Y PADRES
¡Hoy han venido también los papis al taller!
Ya casi llegamos al final de este taller y quería que los padres experimentaran un poco más qué es esto del mindfulness, para así seguir en casa la práctica del mindfulness y con una educación más consciente.
Después de un ratito de teoría conociendo a nuestra compañera La Mente, gracias a nuestros personajes Mono, Mono Demonio y Linterna, hemos empezado con la práctica.
Hemos empezado con un paseo mindfulness por las afueras del Centro de Salud.
Pero, este paseo ha sido muy especial.... Antes de empezar, ¡nos hemos cambiado los zapatos con otra persona del grupo! para así experimentar y encarnar la expresión "ponerse en los zapatos del otro" que se usa para hablar de la empatía.
Después de muchas risas, para ver qué zapatos nos cabían y cuáles no, en silencio y llevando la atención a la respiración, a la planta de los pies haciendo el movimiento al caminar y mandando cariño y amor al dueño o dueña de los zapatos que llevábamos, hemos iniciado la marcha contemplativa.
El sol, los pájaros, el viento, una risa pérdida, un qué dirán si nos ven..... nos han acompañado durante la mini-marcha pero, al ser los dueños de nuestra atención, la hemos redirigido a la respiración, los pies o al compañero.
Hemos acabado cogiéndonos de la mano del compañero para así no solo sentir "sus zapatos" (en este caso es literal, jejejeje) sino también su calor corporal a través de ese contacto humano.
Tras un ratito y con mucho dolor de pies algunos (¡maravillosa atención a las sensaciones corporales! que nos vuelven al presente) hemos realizado una meditación sentados llevando toda la atención a la respiración y hemos comido una nuez con atención plena.
Y, ¿qué ha ocurrido? Pues, que al parar y conectar con nuestro mundo interior, pasan cosas...
Nos acordamos de seres queridos que acabamos de perder y nos sentimos tristes.....
Sentimos nuestra paz interior y nos relajamos.....
Nos preocupamos por el qué dirán, y sentimos vergüenza........
¡Nuestro mundo interior toma protagonismo y nos habla!
Y, lo mejor de todo ¡LO ESCUCHAMOS! y le damos un espacio dentro de nosotros, sin juicio, sin resistencia, con aceptación....
Para despedirnos, cada uno se ha comprometido consigo mismo a llevar un momento de consciencia a su día a día y así hemos rellenado el árbol de la consciencia.
Unos se comprometen a hacer paseos contemplativos a diario, otros a escuchar con más atención, otros a buscar la parte positiva de las cosas, a respirar conscientemente ante las situaciones de enfado para así detener al Mono Demonio, a hacer un repaso consciente del día antes de ir a la cama...
Quiero daros las GRACIAS a todos por vuestra presencia, por vuestra atención, por vuestro tiempo y por todo el cariño que me transmitís!!
Y, gracias especialmente a Adela!! Sin ella ningún taller sería posible. Me ayuda con las manualidades, llamando a los papis, organizando la agenda, escuchándome, acompañándome, animándome..¡GRACIAS ADELA!
Y, de momento, a los niños no les digo nada, ya que nos queda la final.... ¡Hasta el próximo miércoles!
¡Os animo a tener muchos momentitos de plena atención y plena consciencia en vuestro día a día junto con vuestros hijo/as! para así convertirnos en los dueños de nuestra atención y dejar de vivir en modo piloto automático...
Y, si os apetece, podéis compartir vuestra experiencia a través del blog.
¡Hoy han venido también los papis al taller!
Ya casi llegamos al final de este taller y quería que los padres experimentaran un poco más qué es esto del mindfulness, para así seguir en casa la práctica del mindfulness y con una educación más consciente.
Después de un ratito de teoría conociendo a nuestra compañera La Mente, gracias a nuestros personajes Mono, Mono Demonio y Linterna, hemos empezado con la práctica.
Hemos empezado con un paseo mindfulness por las afueras del Centro de Salud.
Pero, este paseo ha sido muy especial.... Antes de empezar, ¡nos hemos cambiado los zapatos con otra persona del grupo! para así experimentar y encarnar la expresión "ponerse en los zapatos del otro" que se usa para hablar de la empatía.
Después de muchas risas, para ver qué zapatos nos cabían y cuáles no, en silencio y llevando la atención a la respiración, a la planta de los pies haciendo el movimiento al caminar y mandando cariño y amor al dueño o dueña de los zapatos que llevábamos, hemos iniciado la marcha contemplativa.
El sol, los pájaros, el viento, una risa pérdida, un qué dirán si nos ven..... nos han acompañado durante la mini-marcha pero, al ser los dueños de nuestra atención, la hemos redirigido a la respiración, los pies o al compañero.
Hemos acabado cogiéndonos de la mano del compañero para así no solo sentir "sus zapatos" (en este caso es literal, jejejeje) sino también su calor corporal a través de ese contacto humano.
Tras un ratito y con mucho dolor de pies algunos (¡maravillosa atención a las sensaciones corporales! que nos vuelven al presente) hemos realizado una meditación sentados llevando toda la atención a la respiración y hemos comido una nuez con atención plena.
Y, ¿qué ha ocurrido? Pues, que al parar y conectar con nuestro mundo interior, pasan cosas...
Nos acordamos de seres queridos que acabamos de perder y nos sentimos tristes.....
Sentimos nuestra paz interior y nos relajamos.....
Nos preocupamos por el qué dirán, y sentimos vergüenza........
¡Nuestro mundo interior toma protagonismo y nos habla!
Y, lo mejor de todo ¡LO ESCUCHAMOS! y le damos un espacio dentro de nosotros, sin juicio, sin resistencia, con aceptación....
Para despedirnos, cada uno se ha comprometido consigo mismo a llevar un momento de consciencia a su día a día y así hemos rellenado el árbol de la consciencia.
Unos se comprometen a hacer paseos contemplativos a diario, otros a escuchar con más atención, otros a buscar la parte positiva de las cosas, a respirar conscientemente ante las situaciones de enfado para así detener al Mono Demonio, a hacer un repaso consciente del día antes de ir a la cama...
Quiero daros las GRACIAS a todos por vuestra presencia, por vuestra atención, por vuestro tiempo y por todo el cariño que me transmitís!!
Y, gracias especialmente a Adela!! Sin ella ningún taller sería posible. Me ayuda con las manualidades, llamando a los papis, organizando la agenda, escuchándome, acompañándome, animándome..¡GRACIAS ADELA!
Y, de momento, a los niños no les digo nada, ya que nos queda la final.... ¡Hasta el próximo miércoles!
¡Os animo a tener muchos momentitos de plena atención y plena consciencia en vuestro día a día junto con vuestros hijo/as! para así convertirnos en los dueños de nuestra atención y dejar de vivir en modo piloto automático...
Y, si os apetece, podéis compartir vuestra experiencia a través del blog.
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