ESCUELA DE PADRES, EDUCAR CON CORAZÓN:
Día 1: Nuestro niño interior herido,
Este pasado miércoles hemos empezamos en el centro de salud un nuevo grupo de escuela de padres.
Ha sido un inicio bastante emotivo...
Nos hemos visto como modelos y espejos para nuestros hijos.... y, esto, saca a relucir aquellas cosas que no nos gustan tanto de nosotros.... ¡Nuestros niños son nuestros maestros!
Gracias a ellos, aprenderemos a crecer como personas, a ser mejores personas y a ser mas felices... Pero, para ello, hay que escucharlos y no solo en el sentido auditivo sino usando todos los sentidos: ¿cómo trata mi hijo a la gente? ¿sabe pedir perdón? ¿ayuda si alguien lo necesita?... Las respuestas a estas preguntas pueden ayudarnos a conocernos un poco mas a nosotros ya que nos imitan..
Habrá cosas que hagan que no nos gustarán, pero, ¿qué me dice de mi esa conducta inadecuada? ¡SON MAESTROS!¡Aprendamos de ellos!
Un vídeo muy ilustrativo: los niños ven, los niños imitan
Hemos puesto encima de la mesa todas las mochilas que cada una de nosotras cargamos a diario.
Y, han salido muchas cosas...
Esa mochila trae cosas de nuestra educación, de nuestra cultura, de nuestro árbol genealógico...
Y es, cargados con esa mochila, con la que educamos a diario a nuestros niños..
Esa mochila trae muchas heridas todavía abiertas de nuestra infancia....Cosas no entendidas, cosas no digeridas, cosas consideradas injustas, ocurridas en nuestra infancia (padres fallecidos muy jóvenes, violencia familiar, envidias, celos...)... que han sido almacenadas en una oscura esquina de nuestra inconsciencia y que de vez en cuando (cuando las cosas no salen como esperamos, cuando nuestro hijo nos saca de quicio, cuando nuestro hijo no cumple con nuestras expectativas...), nos visita en forma de dolor (enfado, ira, grito, violencia, tristeza, impotencia, culpa...).
Este que nos visita de vez en cuando, es nuestro niño interior herido... y, lo único que pide este niño que sufre, es sentirse reconocido y querido.. Pero, para este reconocimiento y amor a todas esas cosas no digeridas en el pasado, hay que pasar por una fase de dolor, de tristeza, de llanto como forma de EXpresar aquello que nos duele. Una vez EXpresado, deja de presionarnos y la herida se acaba cerrando....
También dentro de esta mochila traemos la manera en que hemos sido educados, la manera en que nuestros padres, de la mejor manera que han podido y han sabido nos han educado. Por la misma regla de la imitación antes mencionada, tenderemos a educar a nuestros hijos de la misma forma (a veces por rechazo, se usa la fórmula contraria a como nos educaron nuestros padres). En ocasiones, estas formas serán adecuadas, pero es importante, tener muy claro que existen muchísimas otras formas de educar. Hay que probar varias formas de hacer las cosas, para conocer los distintos resultados que conseguimos con cada una de ellas y quedarnos así con la que más armonía y felicidad aporte a la familia. En ocasiones, actuamos siempre de la misma manera, sabiendo que el resultado de nuestra actuación es nulo, ya que el niño sigue comportándose igual, pero no sabemos hacerlo de otra forma.
Nos hemos dedicado pues, a vaciar nuestra mochila de las cosas que no nos gustan, de las cosas que no nos hacen sentir bien, de las cosas que no queremos que nuestros hijos imiten..... Y hemos dejado las cosas que sí nos sirven y nos hacen sentir bien. Ha quedado entonces una mochila con espacio para ir metiendo mas y mas conocimiento, mas y mas ideas, mas y mas herramientas que iremos adquiriendo los próximos días. Todas estas herramientas, habrá que ir probando si nos sirven o no para dejarlas o desecharlas, y, esto lo haremos escuchando nuestro cuerpo, nuestro sentir o mediante prueba-error.
Aquí va un artículo para profundizar en este tema: 5 heridas emocionales de la infancia que persisten cuando somos adultos
Y, añado un audio de una conferencia realizada por María Martínez Calderón que permite conocerse más a sí mismo a través del árbol genealógico. Es largo, dura 1h40, pero ¡merece la pena! Constelar desde la visión de la biodescodificación
Y, unas fotillos de este primer encuentro:
¡Gracias mamis! Y hasta la semana próxima!!
Día 1: Nuestro niño interior herido,
Este pasado miércoles hemos empezamos en el centro de salud un nuevo grupo de escuela de padres.
Ha sido un inicio bastante emotivo...
Nos hemos visto como modelos y espejos para nuestros hijos.... y, esto, saca a relucir aquellas cosas que no nos gustan tanto de nosotros.... ¡Nuestros niños son nuestros maestros!
Gracias a ellos, aprenderemos a crecer como personas, a ser mejores personas y a ser mas felices... Pero, para ello, hay que escucharlos y no solo en el sentido auditivo sino usando todos los sentidos: ¿cómo trata mi hijo a la gente? ¿sabe pedir perdón? ¿ayuda si alguien lo necesita?... Las respuestas a estas preguntas pueden ayudarnos a conocernos un poco mas a nosotros ya que nos imitan..
Habrá cosas que hagan que no nos gustarán, pero, ¿qué me dice de mi esa conducta inadecuada? ¡SON MAESTROS!¡Aprendamos de ellos!
Un vídeo muy ilustrativo: los niños ven, los niños imitan
Hemos puesto encima de la mesa todas las mochilas que cada una de nosotras cargamos a diario.
Y, han salido muchas cosas...
Esa mochila trae cosas de nuestra educación, de nuestra cultura, de nuestro árbol genealógico...
Y es, cargados con esa mochila, con la que educamos a diario a nuestros niños..
Esa mochila trae muchas heridas todavía abiertas de nuestra infancia....Cosas no entendidas, cosas no digeridas, cosas consideradas injustas, ocurridas en nuestra infancia (padres fallecidos muy jóvenes, violencia familiar, envidias, celos...)... que han sido almacenadas en una oscura esquina de nuestra inconsciencia y que de vez en cuando (cuando las cosas no salen como esperamos, cuando nuestro hijo nos saca de quicio, cuando nuestro hijo no cumple con nuestras expectativas...), nos visita en forma de dolor (enfado, ira, grito, violencia, tristeza, impotencia, culpa...).
Este que nos visita de vez en cuando, es nuestro niño interior herido... y, lo único que pide este niño que sufre, es sentirse reconocido y querido.. Pero, para este reconocimiento y amor a todas esas cosas no digeridas en el pasado, hay que pasar por una fase de dolor, de tristeza, de llanto como forma de EXpresar aquello que nos duele. Una vez EXpresado, deja de presionarnos y la herida se acaba cerrando....
También dentro de esta mochila traemos la manera en que hemos sido educados, la manera en que nuestros padres, de la mejor manera que han podido y han sabido nos han educado. Por la misma regla de la imitación antes mencionada, tenderemos a educar a nuestros hijos de la misma forma (a veces por rechazo, se usa la fórmula contraria a como nos educaron nuestros padres). En ocasiones, estas formas serán adecuadas, pero es importante, tener muy claro que existen muchísimas otras formas de educar. Hay que probar varias formas de hacer las cosas, para conocer los distintos resultados que conseguimos con cada una de ellas y quedarnos así con la que más armonía y felicidad aporte a la familia. En ocasiones, actuamos siempre de la misma manera, sabiendo que el resultado de nuestra actuación es nulo, ya que el niño sigue comportándose igual, pero no sabemos hacerlo de otra forma.
Nos hemos dedicado pues, a vaciar nuestra mochila de las cosas que no nos gustan, de las cosas que no nos hacen sentir bien, de las cosas que no queremos que nuestros hijos imiten..... Y hemos dejado las cosas que sí nos sirven y nos hacen sentir bien. Ha quedado entonces una mochila con espacio para ir metiendo mas y mas conocimiento, mas y mas ideas, mas y mas herramientas que iremos adquiriendo los próximos días. Todas estas herramientas, habrá que ir probando si nos sirven o no para dejarlas o desecharlas, y, esto lo haremos escuchando nuestro cuerpo, nuestro sentir o mediante prueba-error.
Aquí va un artículo para profundizar en este tema: 5 heridas emocionales de la infancia que persisten cuando somos adultos
Y, añado un audio de una conferencia realizada por María Martínez Calderón que permite conocerse más a sí mismo a través del árbol genealógico. Es largo, dura 1h40, pero ¡merece la pena! Constelar desde la visión de la biodescodificación
Y, unas fotillos de este primer encuentro:
¡Gracias mamis! Y hasta la semana próxima!!
Inés, muchas gracias por hacer estas entradas sobre la escuela de padres. Por mis horarios de trabajo no puedo asistir, pero te leo y algo es algo. Gracias. Lucía.
ResponderEliminar¡Muchas gracias por tus palabras, Lucía!
EliminarY, por supuesto que algo es algo, ¡no lo dudes!
El solo hecho de interesarte y leer acerca de estos temas, ya produce cambios en ti y por lo tanto en la familia.