ESCUELA DE EDUCADORES ON LINE
NEUROSICOEDUCACIÓN, EDUCAR CON CORAZÓN Y CON CEREBRO
He elegido estas fotos como representantes del ESTRÉS y del DESBORDE EMOCIONAL
Representan dos momentos de una madre absolutamente estresada. Una madre sobrepasada. Una madre que no puede más y estalla.
Una madre tan humana como cualquiera....
También podría ser un padre...
Un padre tan humano como cualquiera...
Este estrés que nos lleva al extremo y saca lo peor de nosotros, nuestros monstruos interiores, nuestros animales internos.
Todos tenemos estas debilidades, estos monstruos.
Poco a poco, debemos ir conociendo esa parte nuestra más oscura para ir poco a poco conquistándola. En estos momentos de estrés, tratamos a los niños (y a los adultos) de forma incorrecta, haciendo daño al otro y a nosotros mismos.
No somos malos, ¡¡somos humanos!!
No se trata de justificar. Se trata de entendernos, de entender nuestra humanidad imperfecta, y aprender a gestionarla mejor.
Y, nuestros niños deben conocer también sus monstruos interiores. Conocer los suyos y los de los adultos que les rodean.
Tenemos dos grandes aliados para ir conociendo y conquistando nuestros monstruos internos: la atención y el aprendizaje.
Una Atención que nos permite desidentificarnos de ese monstruo.No somos ese monstruo. Es sólo una parte nuestra, pero somos mucho más. Somos los observadores neutros y distantes.
Cuando realizamos o nos comportamos de una manera de la que a posteriori nos avergonzamos, nos sentimos mal, muchas veces es muy difícil tomar distancia de ese sentimiento de culpa, de vergüenza, de tristeza que se apodera de nosotros. En estos momentos, la Atención es necesaria. La Atención para hacer STOP.
STOP a esos pensamientos en bucle, a esas rumiaciones que no resuelven nada y sí hacen mucho daño. Nos autolesionan.
La Atención para darnos autocompasión, darnos cariño a nosotros mismos porque estamos sufriendo, ponernos una tirita, y para después, cambiar el foco de atención y llevarlo a nuestro segundo aliado.... El aprendizaje....
Simplemente cambio yo.
¡¡Qué gran poder!!
Y, no se trata de conseguir no sentir estrés, no sentir enfado.... ¡¡Ojalá!! Pero la vida nos traerá muchos momentos de estrés, de enfado y momentos límites.
Se trata de aprender poco a poco a RESPONDER (de forma reflexiva) más que a REACCIONAR (de forma rápida e impulsiva) ante estas situaciones.Y, esto es una habilidad que se puede aprender y entrenar. Necesitamos paciencia, perseverancia, disciplina....
¡¡Y, qué magnífico si les vamos enseñando a nuestros niños, desde pequeños, esta otra opción: la opción de RESPONDER!!
Y ¡qué mejor forma de enseñarles que a través de la imitación! ¡Qué mejor aprendizaje que ver a papá o mamá absolutamente desbordados aprendiendo, a través del error, a manejar la situación de una forma más sana para todos, gracias a la creación de estos planes de acción! Planes de acción que creamos en familia, aportando todos sus ideas creativas. En creatividad, los niños nos ganan. ¡¡Y, surgen ideas fabulosas!!
¿Cómo enseñar la existencia de estos monstruos internos a nuestros niños?
A través de dos magníficos cuentos que explican de una manera muy visual y graciosa la transformación que sufrimos las mamas y los papas cuando el ESTRÉS nos invade.
No siempre fue así. El cambio se dio poco a poco...
Comenzó cuando comían, la mamá preguntó por el nuevo trabajo de papá y....
"Mi madre es tan rara a veces....
Algunas mañanas, cuando se despierta aparece con cuernos en la cabeza, uñas afiladas y en vez de hablar, gruñe....
Pero después de tomar su cafecito, los cuernos desaparecen..."
La niña protagonista cree que ésto sólo le ocurre a su mamá....
Pero, cuando va a casa de su amiga, se da cuenta de lo equivocada que estaba....
¡¡Les ocurre a todas las mamas!!
Estos cuentos nos ayudan a HUMANIZAR estas reacciones impulsivas. Es importante que nuestros niños no se sientan mal ni malos por reaccionar impulsivamente. Debemos transmitirles que esas reacciones son normales y humanas.
¡¡Nos ocurren también a nosotros los adultos!!
Pero, como nos hacen daño y hacen daño a los demás, debemos ir aprendiendo, a través de esos planes de acción, a reaccionar de otra forma, a RESPONDER.
Además, estos cuentos ayudan a convertir estos momentos de gran tensión, en momentos de risas y de aprendizaje. Cuando papá o mamá sufren estas transformaciones, los niños nos ayudan a ponernos esas gafas de la Atención y de la Consciencia, al decir:
NEUROSICOEDUCACIÓN, EDUCAR CON CORAZÓN Y CON CEREBRO
He elegido estas fotos como representantes del ESTRÉS y del DESBORDE EMOCIONAL
Representan dos momentos de una madre absolutamente estresada. Una madre sobrepasada. Una madre que no puede más y estalla.
Una madre tan humana como cualquiera....
También podría ser un padre...
Un padre tan humano como cualquiera...
Este estrés que nos lleva al extremo y saca lo peor de nosotros, nuestros monstruos interiores, nuestros animales internos.
Todos tenemos estas debilidades, estos monstruos.
Stephen King dijo:
" Los monstruos son reales y los fantasmas también; viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan"
Poco a poco, debemos ir conociendo esa parte nuestra más oscura para ir poco a poco conquistándola. En estos momentos de estrés, tratamos a los niños (y a los adultos) de forma incorrecta, haciendo daño al otro y a nosotros mismos.
No somos malos, ¡¡somos humanos!!
No se trata de justificar. Se trata de entendernos, de entender nuestra humanidad imperfecta, y aprender a gestionarla mejor.
Y, nuestros niños deben conocer también sus monstruos interiores. Conocer los suyos y los de los adultos que les rodean.
Tenemos dos grandes aliados para ir conociendo y conquistando nuestros monstruos internos: la atención y el aprendizaje.
- Una Atención que nos permite darnos cuenta de que ese monstruo está apareciendo y se está apoderando de nosotros.
Una Atención que nos permite desidentificarnos de ese monstruo.No somos ese monstruo. Es sólo una parte nuestra, pero somos mucho más. Somos los observadores neutros y distantes.
Cuando realizamos o nos comportamos de una manera de la que a posteriori nos avergonzamos, nos sentimos mal, muchas veces es muy difícil tomar distancia de ese sentimiento de culpa, de vergüenza, de tristeza que se apodera de nosotros. En estos momentos, la Atención es necesaria. La Atención para hacer STOP.
STOP a esos pensamientos en bucle, a esas rumiaciones que no resuelven nada y sí hacen mucho daño. Nos autolesionan.
La Atención para darnos autocompasión, darnos cariño a nosotros mismos porque estamos sufriendo, ponernos una tirita, y para después, cambiar el foco de atención y llevarlo a nuestro segundo aliado.... El aprendizaje....
- El aprendizaje. Aprender del error. Todo lo que ocurre finalmente es bueno si lo convertimos en aprendizaje. Las derrotas se convierten entonces en grandes victorias.
¿Cómo voy a actuar la próxima vez que esta situación o una similar ocurra y mi monstruo quiera aparecer?
No espero que el otro cambie, ni que las circunstancias cambien.Simplemente cambio yo.
¡¡Qué gran poder!!
Y, no se trata de conseguir no sentir estrés, no sentir enfado.... ¡¡Ojalá!! Pero la vida nos traerá muchos momentos de estrés, de enfado y momentos límites.
Se trata de aprender poco a poco a RESPONDER (de forma reflexiva) más que a REACCIONAR (de forma rápida e impulsiva) ante estas situaciones.Y, esto es una habilidad que se puede aprender y entrenar. Necesitamos paciencia, perseverancia, disciplina....
¡¡Y, qué magnífico si les vamos enseñando a nuestros niños, desde pequeños, esta otra opción: la opción de RESPONDER!!
Y ¡qué mejor forma de enseñarles que a través de la imitación! ¡Qué mejor aprendizaje que ver a papá o mamá absolutamente desbordados aprendiendo, a través del error, a manejar la situación de una forma más sana para todos, gracias a la creación de estos planes de acción! Planes de acción que creamos en familia, aportando todos sus ideas creativas. En creatividad, los niños nos ganan. ¡¡Y, surgen ideas fabulosas!!
¿Cómo enseñar la existencia de estos monstruos internos a nuestros niños?
A través de dos magníficos cuentos que explican de una manera muy visual y graciosa la transformación que sufrimos las mamas y los papas cuando el ESTRÉS nos invade.
- Papá Oso, Cecilia Eudave y Jacobo Muñiz
"Ana es una niña como tú....
Ana tiene una familia como tú....y... un papá que se convirtió en oso...
Comenzó cuando comían, la mamá preguntó por el nuevo trabajo de papá y....
Y, allí empieza una gran búsqueda.... Ana en busca del Sr Estrés que es el culpable del comportamiento de su papá...
- Mi Madre es Rara, Rachna Gilmore y Brenda Jones
"Mi madre es tan rara a veces....
Algunas mañanas, cuando se despierta aparece con cuernos en la cabeza, uñas afiladas y en vez de hablar, gruñe....
Pero después de tomar su cafecito, los cuernos desaparecen..."
La niña protagonista cree que ésto sólo le ocurre a su mamá....
Pero, cuando va a casa de su amiga, se da cuenta de lo equivocada que estaba....
¡¡Les ocurre a todas las mamas!!
Estos cuentos nos ayudan a HUMANIZAR estas reacciones impulsivas. Es importante que nuestros niños no se sientan mal ni malos por reaccionar impulsivamente. Debemos transmitirles que esas reacciones son normales y humanas.
¡¡Nos ocurren también a nosotros los adultos!!
Pero, como nos hacen daño y hacen daño a los demás, debemos ir aprendiendo, a través de esos planes de acción, a reaccionar de otra forma, a RESPONDER.
Además, estos cuentos ayudan a convertir estos momentos de gran tensión, en momentos de risas y de aprendizaje. Cuando papá o mamá sufren estas transformaciones, los niños nos ayudan a ponernos esas gafas de la Atención y de la Consciencia, al decir:
"¡Cuidado! Mamá/papá está en modo Oso!"
Qué manera más bonita de gestionar y hablar de algo tan duro como es el desbordamiento emocional. Inés, tienes el don de hablar de cosas muy difíciles de manera que nos haga reflexionar pero sintiéndonos esperanzados y mejores y no con el sentimiento de culpa que solemos llevar. Millones de gracias!
ResponderEliminar¡¡¡Muchísimas gracias por tus palabras tan llenas de cariño!!!
EliminarGracias,
Un abrazo
Inés
Hola Inés.
ResponderEliminarMe ha gustado cuando dices que los niños deben conocer sus monstruos interiores y de los adultos que les rodean. Porque los tienen y los sacan...esas rabietas, esos miedos, esas frustraciones al no conseguir algo, porque también son humanos y es algo que se olvida o no se tiene en cuenta. Gracias por mencionarlo, gracias por tenerlo en cuenta y mostrarlo de una manera natural. Mil gracias por tu gran trabajo.
Un abrazo,
Inma.
Inma, muchas gracias a ti por estar siempre a ese otro lado, opinando y compartiendo tus experiencias. ¡¡Es muy enriquecedor!! Gracias
EliminarInés