De Coronavirus, niños y alertas
¡Todo sigue igual! 

"Ha tenido manchitas en el cuerpo hace una semana y ahora le duele la tripa..."
"Tiene diarrea y dolor abdominal..."
"¿Qué hago?"
"¿Se trata de la complicación de la que hablan en la televisión y en la radio?"


Desde hace 3 días, a raíz del comunicado enviado por la Asociación Española de Pediatría, sentimos vuestra inquietud al otro lado del teléfono. 

Desde hace 3 días, parece que todo ha cambiado respecto a los niños, pero en realidad todo sigue igual. 

  • Todo sigue igual porque tanto la enfermedad de Kawasaki como el síndrome de shock tóxico son muy infrecuentes y siguen siendo muy infrecuentes. Ha habido un aumento en el número de casos, no sabemos si relacionado o no con la infección por Coronavirus, pero sigue siendo muy infrecuente.
  • Todo sigue igual porque en la gran mayoría de los niños, la infección por Coronavirus se manifiesta como una enfermedad leve, incluso asintomática. Y ésto no ha cambiado.
  • Todo sigue igual porque los pediatras conocemos estas enfermedades y sus manifestaciones. Aún siendo enfermedades raras, son viejas conocidas por los pediatras. Tienen síntomas y signos característicos que nos permiten realizar una detección precoz, una rápida derivación al hospital y una pronta instauración del tratamientos. Son enfermedades que tienen un tratamiento bien establecido. 
  • Todo sigue igual porque ante los más mínimos síntomas que presenten vuestros niños tenéis que seguir haciendo lo que ya estáis haciendo: poneros en contacto con el pediatra. Con los síntomas que nos contáis y las preguntas que os hacemos podemos valorar si se trata de un niño al que tenemos que ver presencialmente en el centro de salud, si se trata de un niño que debe ser derivado a las urgencias del hospital o si se trata de un niño al que podemos seguir telefónicamente. 

¿Cuáles son los síntomas de alarma? Generalmente no se trata de un síntoma aislado, sino de un conjunto de síntomas. Fiebre prolongada, conjuntivas rojas, lengua muy roja con labios rojos y agrietados, exantema en tronco, palmas y manos, descamación de las puntas de los dedos, junto con decaímiento, mal estado general, incluso en los momentos en los que la fiebre baja.
Recordad que los niños en cuanto se encuentran mínimamente bien (les baja un poco la fiebre), se activan, se ponen a jugar, a saltar, a "ser niños" y ésto es un signo de benignidad.

¡¡Llevamos 2 meses y seguimos a vuestro lado!!








   


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