AYUDAR A NUESTROS HIJOS, DESTACANDO SUS CUALIDADES MÁS QUE SUS DEFECTOS...

Cuando juzgamos, criticamos, etiquetamos a nuestro hijo, sellamos su destino; lo condenamos a no cambiar porque no recibe de nosotros la positividad necesaria para fomentar y permitir un cambio positivo en su vida.
En muchas ocasiones en nuestras vidas queremos que los demás sean mejores pero en lugar de reconocer sus buenas cualidades y confiar en ellos, nos concentramos en lo negativo, en sus debilidades y, aún así, seguimos esperando que el otro cambie...


Es importante un cambio en nosotros, y sólo así, nuestro hijo cambiará. Debe cambiar nuestra actitud.
Siempre tenemos más oportunidades de mejorar una situación si nos concentramos  más en el bien que en el mal. Más que criticar los defectos de nuestros hijos y todo lo que hace mal, es mejor detenerse en las cosas buenas que también tiene, en sus cualidades, para ver cómo pueden ser mejoradas todavía más. Aunque no veamos  más que una, hay que agarrarse a ella. Debemos dejar de lado sus defectos y tratar de ayudarles a desarrollar sus cualidades.

En ocasiones, estamos metidos en tal círculo vicioso de negatividad (castigos, enfados, reprimendas... a todas horas), que parece imposible encontrar una cualidad en nuestro hijo, algo que haga bien, algo que se le dé bien.... y, es, justo en esos momentos, en los que nuestros hijos más necesitan nuestra indulgencia y paciencia; empezar a mirarles con buenos ojos para así  ayudarles a salir de ese círculo. Ellos solos no pueden ni saben.

A veces no resulta fácil, pero ¿quién ha dicho que educar es fácil?





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