ESCUELA DE PADRES ON LINE. Educar con corazón y con cerebro. 


¿Por qué esta imagen?
¿Qué tiene que ver con nuestros niños?




Comentarios

  1. Qué imagen más dura y que realidad transmite. Cuantas veces me ha pasado que, en momentos de ira, ha salido de mi boca palabras para dañar al otro, consciente e inconscientemente. Es luego, tras el enfado, cuando nos damos cuenta de lo dañinas que pueden ser las palabras. Igual o peor cuando nos pasa con niños, además ellos tienen la capacidad de acabar con la paciencia de cualquier padre (más aun en esta sociedad en la que siempre vamos corriendo). Por eso creo que es fundamental tener herramientas para decir ¡STOP!, como indicabas en el anterior post. Antes de que la ira lleve a la acción: ¡STOP!. Pero qué difícil es parar a tiempo…..

    En mi casa, últimamente, los baños se estaban volviendo un caos, llegábamos todos cansados y con “prisas” pq se hacía tarde y cada baño se convertía en una batalla campal (lloros, gritos, enfados, malas caras….). Cada día era igual o peor que el anterior, porque ya sabíamos lo que iba a pasar. Decidí hacer algo para romper esa rutina y copie una idea de una foto que vi, en la que alguien había pegado en una marquesina un cartel con la frase ¿Qué necesitas? Y tenía pestañas de sonrisas, besos, etc. Yo me construí el mío en el que puse varias pestañas con paciencias, besos y sonrisas. Mi hija mayor, a la que le explique la idea, me ayudó a crearlo (ella recorto las pestañas). Así le explique que, como mama últimamente perdía la paciencia muy pronto, cada vez que ella o yo nos diéramos cuenta, cogeríamos un plus de paciencia, cogiendo físicamente una pestaña. Igual haríamos si necesitábamos un beso o una sonrisa. Le pregunté que donde sería bueno pegarlo y ella tenía claro que en el baño. Esto funcionó como técnica milagrosa. El hecho de ser consciente de la emoción que empieza a surgir de ti (en mi caso ira, porque es la tercera vez que tienes que repetir que se quite la ropa), pararte y coger una pestaña, hace que reflexiones antes de pasar a la acción. Es una manera de decir ¡STOP!, y por increíble que parezca, esto hace que todo fluya mejor, que ellos también sean conscientes de cómo te sientes (yo les decía que tenía que coger un plus de paciencia y ellos me veían hacerlo) sin necesidad de perder los papeles. (No sé si recordaras Ines, pero esta técnica ya te la conté en otro post!).

    Muchas gracias nuevamente por ese maravilloso curso!!!. Qué pena que me pilles tan lejos, porque me encantaría poder asistir a alguno presencial.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué palabras tan sabias! Gracias!!

      Y, sí, claro que me acuerdo de tu técnica, que en su momento, me pareció magnífica y pensé en llevarla a cabo; pero, si te soy sincera, no lo hice y se quedó en el olvido. Por lo que te agradezco que lo vuelvas a contar y compartir con todos, porque me parece fabulosa! Si me permites, me encantaría añadirla como técnica para el STOP en el primer post. Y, esta vez, sí la llevaré a cabo en casa (ya tengo el papel preparado). Mil gracias, de corazón!!!!!!!!!!!!! Por dedicar tiempo a escribir en el blog y por tu generosidad!

      Voy a organizar una escuela de padres en Madrid, en colegio de mis hijos, a través del APA. Si sigues interesada en hacer algún taller, ponte en contacto conmigo por email y te envío información (inesmerinov@gmail.com)

      Un fuerte abrazo!!
      Inés

      Eliminar
  2. Hola. Impresionante imagen.
    La ira nos hace decir cosas que hacen mucho daño. No solo a quien las recibe. Los nin@s aprenden de nosotros. Se ven en medio de discusiones, y si se trata encima de algo por lo que se cree responsable ( notas, comportamiento, estudios...) es todavía peor, se les queda grabado un sentimiento de impotencia ante la situación que les paraliza, pienso en el efecto pigmalion. Porque no se les está ofreciendo ninguna solución, o lo que es peor, se piensan que hagan lo que hagan no serán capaces de superar nada. También se me viene viene a la mente muchas discusiones que he presenciado, para mi algo violentas ( y soy adulta) porque aunque no había golpes físicos, volaban los insultos de un lado a otro. Los niños, nuestros hijos son testigos silenciosos de todo lo que hacemos.
    También quisiera considerar si estamos influenciados no sólo por el entorno, tambien por la televisión. Hay miles de programas y anuncios sobre la violencia de género, pero alucinó cuando veo series de entretenimiento donde tener niños siempre es un marrón y se discute, a veces involucrándolos en las escenas y se ve como algo normal, incluso se supone que tiene que hacer gracia, ( hablo de "aquí no hay quien viva donde una pareja con varios niños están constantemente insultándose). Reflexionemos no solo como hablamos a los niños. También de como tratamos a nuestra pareja, amigos, familia. Como tratemos a los demás así trataran nuestros hijos al resto, y en un futuro a nosotros.
    Un saludo
    Inma

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Uauuu!! Qué interesante todo lo que aportas!! Estoy completamente de acuerdo contigo y de todo lo que hablas, hablaré en este post y en alguno futuro que tengo pensado, dado lo importante del tema!!
      ¡Palabras sabias!! MIL GRACIAS!!!
      Un abrazo,Inés

      Eliminar
  3. Con esta imagen no sé por donde empezar y tras pensar y pensar siempre hay algo que se puede mejorar. En mi casa tenemos mucho carácter ( mi padre y yo ) y mi pequeño no se queda atrás, cuando tenía 1-2 años y se enfadaba tiraba todo lo que pillaba al suelo, esto ha cambiado pero podemos seguir mejorando, no es niño agresivo, al revés, es sociable, alegre y simpático pero el pronto ese es difícil de controlar así que todo consejo es bueno. Tanto en el taller de escuela para padres que hice como el libro "Todo un mundo de sorpresas. Educar jugando" hablan del caracol pacificador, esta es la herramienta usada hasta ahora.
    Un saludo y gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchísimas gracias por tu comentario!!
      Y, enhorabuena por esos esfuerzos para ir mejorando, día a día.
      No conozco el juego El Caracol Pacificador ¿cómo es? Seguro que es muy interesante!!
      Muchas gracias por compartir!
      Un abrazo,
      Inés

      Eliminar
  4. Buenas Inés, con este post me siento muy identificada. Es mi tarea pendiente: contar hasta 10 antes de hablar cuando estoy enfadada.
    Cuántas noches, tras las prisas del día a día una acaba con su paciencia y ante algo sin tanta relevancia actúas de forma desproporcionada. Y cuántas veces, después de soltarlo, cuando Hulk deja de ser verde, te das cuenta de lo que has dicho y de lo "cruel" que fue. Entonces vas a buscar a la persona/ita para darles un fuerte abrazo y pedirles perdón por no haber controlado a ese "hombre verde" que vive en ti.
    He de decir que lo bueno de esto es que ellos saben pedir perdón. Lo malo es que en mi afán de contar hasta 10... de media llego al 3 jjjj. Eso sí, no dejo de apuntar al 10 y espero llegar a tiempo de que no aprendan esa conducta en la que prima la inmediatez a la serenidad. Sigo esforzándome pero sigo por debajo del aprobado.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares