TALLER MEDITACIÓN NIÑOS, MINDFULNESS EN LAS RUTINAS COTIDIANAS

Hoy, por primera vez, he introducido el término MINDFULNESS (atención plena): habilidad para prestar atención a la experiencia presente de forma mantenida con aceptación. Lo han tenido que leer varias veces en la pizarra para entenderlo pero, finalmente, Celeste ha dicho: "se trata de prestar atención a lo que haces" ¡¡BRAVO!!

Y, lo hemos puesto en práctica!!

Primero hemos realizado mindfulness caminando: caminando desde muy despacio hasta bastante rápido, sintiendo las plantas de los pies en el suelo y en el aire, llevando toda la atención al caminar y a las sensaciones corporales.
Tras la experiencia han comentado que "por momentos conseguían prestar atención"
No es fácil, es normal que la mente de mono se active y nos lleve fuera de la experiencia presente pero la atención es como un músculo que se puede desarrollar a base de practicar... 



Después, hemos comido de manera mindful. En cuanto han visto la galleta, se han emocionado (debo decir que el taller se hace de 14h a 15h, por lo que están hambrientos). Esto, nos ha permitido darnos cuenta del impulso de querer comernos YAA la galleta, de observarlo y luego decidir si actuar bajo el impulso (reacción) o hacer caso a la norma de esperar (respuesta). Había alguno mas impulsivo que otro pero todos han podido gestionar el ansía.
Poco a poco han ido recogiendo información de la galleta a través de los diferentes sentidos, la vista, el tacto, el olfato, la masticación y el sonido.
¡Ha sido una experiencia maravillosa! Y creo, que para ellos ha sido un descubrimiento comer de esa manera, saboreando.... 
Pongo un audio de Angel Luis donde describe su experiencia ¡GRACIAS!





Al comer de esta forma, en lugar de engullir, además de apreciar y disfrutar más de la comida, comemos mas despacio, masticamos más y además sentimos la sensación de saciedad que nos permite dejar de comer cuando el cuerpo ya no necesita más, en lugar de  comer hasta que el plato se termine... Muchos problemas de salud producidos por la comida (obesidades, bulimias, anorexias) se evitarían si aprendiéramos a comer mindfulness. Y, por supuesto, ¡sin televisión ni radio!!


Durante la hora del taller, a la vez que hablábamos o hacíamos alguna actividad, hemos ido detectando conductas en cada uno de nosotros en las que el Mono o el Demonio de Tashmania nos estaba controlando y manejando. Esto nos ha permitido darnos cuenta del poder del Mono y del Demonio si no los controlamos... y de cómo convirtiéndonos en los dueños de nuestra atención, la podemos dirigir como una linterna a la experiencia presente cada vez que aparezcan el Mono o el Demonio y así ir domesticándolos, poco a poco.... 

¡Os animo a realizar la próxima semana alguna actividad del día a día con atención plena: alguna comida, algún paseo, la ducha, lavarse los dientes! La experiencia es muy gratificante!!



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